Cd. de México.-
Personal de la Secretaría Integral de Riesgos y Protección Civil, de la alcaldía Cuauhtémoc y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) realizaron un recorrido de supervisión en 44 bares en el corredor de las calles de Regina, San Jerónimo y Mesones, en el Centro Histórico.
“Se revisan los papeles y ahorita que tengan los programas de Protección Civil. En esta zona tenemos normalmente muchas quejas vecinales asociadas al ruido, por eso venimos a ver”, dijo José Manuel Oropeza, coordinador General de la Autoridad del Centro Histórico.
Dijo que ya se han ubicado algunos bares que no tienen sus papeles en regla, pero estos reportes serán entregados este sábado al jefe de Gobierno, Martí Batres, quien dio la instrucción de hacer las revisiones, tras clausurar hace dos semanas dos bares.
Oropeza dijo a EL UNIVERSAL que esta es la segunda revisión que se hace a estos establecimientos, por lo que la próxima vez ya se realizará una orden de verificación formal y, en caso de no cumplir, una sanción.
De acuerdo con la alcaldía Cuauhtémoc en coordinación con el Gobierno capitalino se realizó un operativo de verificación y disuasión en establecimientos mercantiles que expenden bebidas alcohólicas.
El objetivo es garantizar una sana convivencia entre los asistentes a los restaurantes y bares de la zona, principalmente de jóvenes, además de evitar el sobrecupo de aforo.
También se revisa que no haya menores de edad consumiendo bebidas alcohólicas.
La demarcación precisó que los centros mercantiles deben mostrar todos sus permisos y estar en orden; en caso contrario, se les conmina a acudir a concluir sus trámites reglamentarios para poder operar.
El operativo estuvo encabezado por el director General de Gobierno de la Alcaldía Cuauhtémoc, José Gil García y Francisco Velázquez Tapia, director ejecutivo de Vinculación con la autoridad del Centro Histórico.
La revisión de los establecimientos se da luego de que el pasado viernes 14 de junio se realizó un operativo en el bar “El Perro Salado”, debido a que se llevaba a cabo un evento con un aforo aproximado de 500 personas, en su mayoría menores de edad, a quienes se les vendían bebidas alcohólicas.
El viernes 7 de junio, las autoridades suspendieron actividades en el bar “Black”, en el corredor de Madero del Centro Histórico, donde hubo ocho menores de edad intoxicados con alcohol.