México eliminado de la Copa América…no va a pasar nada, algunos cambios cosméticos, pero nada de fondo, nuevos intentos de mejorar y al final, no vamos a dejar de ver futbol.
Escenarios como el actual, potencian los programas que regularmente son picantes, pero de bajo rating; ayudan a los que dicen tener la última palabra, pero no los ven muchos; a las redes sociales que se incendian un día sí y el otro también, donde todos tienen la razón, pero a la vez no resuelven nada.
Diagnósticos hay muchos, la culpa la tienen los migrantes, diría Donald Trump, no es que los extranjeros vengan porque los locales no quieren hacer lo que los foráneos sí (jugar bien supongo), por lo que siempre queda el exigir quemar en leña verde a todo el que tenga pasaporte extranjero, ya que los locales con tanta mentalidad, futbol y deseos, llegan a ahogar las canchas de calidad y profesionalismo que solo queda martirizarnos y marchar para salvar nuestro futuro…en el fútbol.
Jaime Lozano no tuvo respuestas, probablemente no sabía ni las preguntas, todos pedían al “Piojo” Alvarado, que pareciera Messi en el banco; Martinoli se quema la garganta con análisis serios después de bromear todo el partido, Luis García se acaba el diccionario después de haber tenido un campeonato del mundo, o tal vez no; y Fonseca y Osvaldo se emborrachan en vivo para dar el espectáculo que les faltó dar de jugadores.
Estados Unidos y su generación dorado opaco, eliminados y sin ganar más que solo a México, y ahora queremos imitar su modelo económico y futbolístico, suena prometedor.
Al final no quedan muchas palabras, hemos tenido genios del banquillo que emulan a Bielsa, y no pasaron de octavos de final, vino “Tata” y no pasó nada; el genio de los cuadrantes, Osorio, y, adivinen, nada; de los pocos que intentaron ayudarnos a cambiar de mentalidad, como Menotti…nada.
Solo puedo comentar desde el sillón de un aficionado que aun fastidiado, seguirá viendo fútbol; y mi humilde opinión es que hay defectos de fábrica, no tenemos quien nos enseñe de niños como potenciar el jugador que, en cada hijo, esta nación nos dio.
Sin materia prima, que incluye la mentalidad, conceptos y fogueo; no tendremos jugadores que maduren a los 19, sino a los 29 como normalmente ocurre en México, ya que son los años que tardan en aprender lo que de niños no se pudo en escuelitas que mantienen a exjugadores, pero que no saben formar.
El hilo negro no necesita ser descubierto, pero seguiremos buscando en la tv las opiniones de expertos que han logrado exactamente lo que he comentado en este texto…nada.
En una semana seguimos con el ciclo infinito de ver, ilusionarnos y decepcionarnos con el deporte que nos apasiona en este país, y si, no dejaremos de ver fútbol.
¡Saludos desde el sillón!