Monterrey, N.L.-
Médicos y pasantes de la carrera solicitaron la intervención del Senado, de la Secretaría de Salud y de la Cofepris para exhortar al gobernador de Nuevo León, Samuel García, para que revise la operación de institutos y universidades que calificaron de “patito” donde se está formando y validando a supuestos especialistas en medicina estética “al vapor”, es decir con un año de estudios.
Luego de una reunión con senadores de Morena, pidieron su intervención para que se presente un punto de acuerdo donde piden a Samuel García realice una revisión exhaustiva de la Universidad Kirei y su Instituto de Cosmetología Kirei S.A de C.V, debido a preocupaciones sobre la validez y seguridad de su programa de Especialidad en Estética Facial y Corporal.
En entrevista, el médico César Salomón, aseveró que “esta especialidad, actualmente ofrecida por la institución, ha generado controversia y alarmas sobre posibles riesgos sanitarios”.
Aseguró que a pesar de contar con el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios AE-V 099/2007, emitido por la Secretaría de Educación de Nuevo León el 30 de mayo de 2007, el programa carece de la autorización sanitaria crucial otorgada por la Comisión Interinstitucional para la Formación de Recursos Humanos para la Salud (CIFRHS).
La CIFRHS es responsable de revisar y validar los programas de estudio en el área de la salud para asegurar que cumplen con los estándares necesarios.
Acompañado de otros 10 médicos, dijo que el programa de la Universidad Kirei dura apenas tres tetramestres, es decir, 12 meses en total, lo que no cumple con los requisitos mínimos indispensables para ser considerado un plan de estudios en el área médica. Las materias incluidas en el programa, como Anatomía General, Introducción a la Cosmetología, y Tratamiento Facial Avanzado, no capacitan a los estudiantes para realizar procedimientos médicos estéticos.
Argumentó que los egresados de esta especialidad no adquieren las habilidades, capacidades ni destrezas necesarias en el área de la medicina estética. Presentarse como especialistas en medicina estética con este diploma podría constituir una usurpación de la profesión médica, lo cual es ilegal y peligroso.
“Ninguna de las materias del plan de estudios abarca procedimientos médicos estéticos avanzados como la aplicación de toxina botulínica (botox), hilos tensores o ácido hialurónico”, agregó.
En el estudio entregado al Senado, se expone que existen universidades e instituciones educativas que sí cuentan con el reconocimiento de la CIFRHS y ofrecen programas de especialización en medicina estética que incluyen procedimientos no quirúrgicos y mínimamente invasivos, asegurando que los médicos egresados estén debidamente preparados.
“Ofrecer esta especialidad como un programa médico sin la debida autorización es un fraude para los estudiantes, quienes creen que están obteniendo una especialidad médica válida. Además, constituye un riesgo sanitario, ya que los egresados no están debidamente preparados, poniendo en peligro la salud de los pacientes”.