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Ciudad de México.-
El 9 de mayo la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) informó que el liderazgo de Ismael “El Mayo” Zambada García en el Cártel de Sinaloa estaba “en duda” pues, desde ese entonces, “no goza de buena salud”.
En su Evaluación Nacional de la Amenaza de Drogas 2024, sin mencionar los padecimientos específicos, la DEA afirmó que, con base en varios informes en su poder podía asegurar que “El Mayo” Zambada estaba “mal de salud física, lo que deja en entredicho el liderazgo de su facción”.
Desde 2020, Mike Vigil, exdirector de Operaciones Internacionales de la DEA reveló que el estado de salud del narcotraficante de 76 años era delicado. En entrevistas con medios de comunicación, el funcionario de seguridad estadunidense aseveró que padecía diabetes crónica además de gota y que no estaba siendo atendido de manera correspondiente pues esto podría contribuir a que se revelara su ubicación.
Mike Vigil adelantó en ese entonces que “Los Chapitos” se encontraban en disputa con la facción encabezada por Ismael “El Mayo” Zambada para asumir el control total del Cártel de Sinaloa en caso de que perdiera la vida.
En la Evaluación Nacional de la Amenaza de Drogas 2024 la DEA describe al Cártel de Sinaloa como una organización sin líder único que funciona como un modelo “sombrilla” que abarca “cuatro organizaciones delictivas distintas pero que cooperan entre sí”.
Una de esas cuatro organizaciones es la que encabeza “El Mayo”, a quien la DEA describe como “codirector del Cártel de Sinaloa durante más de tres décadas”.
Las otras tres organizaciones que conforman el Cártel de Sinaloa son “Los Chapitos”, el grupo de Aureliano “El Guano” Guzmán Loera y el grupo de Rafael Quintero.
Además de su mal estado de salud, la DEA destacó en el informe que Ismael Zambada estaba en “guerra interna” con “Los Chapitos”, que buscan sacar de la jugada al hombre que “ha estado involucrado en el tráfico de drogas desde la década de los 70 y que ha codirigido al Cártel de Sinaloa por más de 30 años”.
De acuerdo con la DEA, estas “luchas internas de poder y las alianzas fluctuantes ponen en duda la viabilidad del “modelo sombrilla” del cártel, al que señala de ser el principal proveedor del fentanilo que inunda las calles de EU y de tener presencia en todo el país, así como en más de 57 naciones a nivel mundial.