Mientras estamos en épocas olímpicas en el viejo continente, en el nuevo mundo WWE presentará por cuarto año consecutivo el evento SummerSlam en un estadio amplio como lo es el Estadio de los Browns de Cleveland en el estado de Ohio.
Tratando igualar la magnitud del evento como si se trata del mismo WrestleMania y seguir afianzándose como el evento más caliente del verano.
Sin embargo, antes de la pandemia este evento se estuvo realizando en arenas que rosaban los 20mil fanáticos desde sus inicios hasta 1991, y del año 1993 hasta el año 2020, ya que la edición del año 1992 se realizó en el antiguo Estadio de Wembley en Londres, Inglaterra.
Pero hubo una edición realizada en una arena pequeña y techada que antes era recordaba por las luchas presentadas en el evento, pero 15 años después, lo recordaríamos de una forma no tan bonita para la familia que asistió al evento.
La edición 2008 del evento veraniego tuvo lugar en el Conseco Fieldhouse de la ciudad de Indianápolis, Indiana, siendo el primer evento en la tan criticada PG Era y que nos presentaba algunas luchas espectaculares como lo fueron el John Cena contra Batista y el final de la rivalidad del Undertaker y Edge dentro de la celda infernal, siendo esta última la causante de la muerte de una fanática tiempo después.
Susan Prim de 36 años, había asistido al evento junto con su familia para disfrutar del evento, pero a la postre y a como estaba avanzando el evento, precisamente en la parte final del mismo que terminó con The Undertaker festejando su victoria en ese momento icónico donde “envió al infierno” a Edge y salieron las llamadas del cuadrilátero, la familia se retiró de la arena tras no poder respirar a causa de la pirotécnica utilizada. Sin embargo, Susan perdió el conocimiento por lo que tuvo que ir al hospital donde el daño fue grave pasando de ser un paro respiratorio a uno cardiaco causándole la muerte.
Si lo vemos bien, en el 2017 la WWE había dejado de usar la pirotecnia en sus shows semanales y PPVs (excepto WrestleMania), pero varios fanáticos lanzaron el grito al cielo al quejarse de haber quitado la misma que le daba colorido a las victorias de los luchadores, así como las entradas de los mismos. Ahora bien, ¿por qué la familia Prim decidió esperar 15 años para demandar tanto a la empresa como al recinto donde se realizó el evento, y no hacerlo en el acto? O mejor aún, ¿quién compró los lugares en la arena donde te daba directo el humo de la pirotecnia, sabiendo que sufres de asma?
Hasta el momento, no ha habido una resolución de este caso, y más ahora que Indianápolis tendría de nueva cuenta el SummerSlam en los próximos años, pero esta vez en el Lucas Oil Stadium, junto con el Royal Rumble el próximo 1 de febrero y WrestleMania 42 en 2026.