Hace una semana de que se inauguraron los Juegos Olímpicos en París y algo que me llamó la atención mientras disfrutaba la ceremonia de inauguración, fue que uno de los comentaristas de TUDN dijo que en cuatro años, precisamente en los próximos olímpicos a realizarse en Los Ángeles, California, el boxeo seria retirado del programa olímpico.
Si bien es muy fácil decir que se amplíen las fechas de los juegos olímpicos, la realidad tienes que ver el entorno en el que está el deporte de las orejas de coliflor para que se tomará dicha decisión.
Si hay algo que siempre habrá queja cuando se trata del boxeo, es que hay dinero de por medio; por lo cual en ocasiones no nos sorprendemos cuando una victoria es tan cantada hacia cierto boxeador.
Pero en el caso del boxeo olímpico, este era regido por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA por sus siglas en inglés) que fue expulsada del Comité Olímpico Internacional debido a que la IBA no declaró la procedencia de los premios en efectivo que se otorgarían a los medallistas de esta edición, y más porque este organismo boxístico tiene un historial de corrupción que lo llevaron a la suspensión de toda actividad olímpica, luego de descubrirse que hubo funcionarios que manipularon resultados de Londres 2012 y Rio 2016, dejando la organización de los torneos olímpicos al COI para las ediciones de Tokio 2020(1) y Paris 2024 (por lo que se podría venir otras polémica en esta última edición).
La única manera de que el boxeo continúe siendo parte de las Olimpiadas y siga siendo el semillero para futuros campeones mundiales, sea que otro organismo boxístico sea el encargado de organizarlos o se cree otra nueva federación. Hasta este momento, World Boxing está en conversaciones con al menos 30 naciones que podría integrarse a sus filas y ser la encargada de organizar el torneo olímpico en 2028, mientras que las federaciones nacionales de boxeo están dejando de reconocer a la IBA como organismo boxístico rector del sector aficionado.
Si bien la corrupción y el dinero de dudosa procedencia ya eran motivos que ponían en jaque al boxeo olímpico, lo ocurrido el pasado jueves 1 de agosto, lo acaba de sepultar. Esto debido al reciente escándalo en la pelea entre la italiana Angela Carini e Imane Khelif de Argelia en la división de peso welter, cuando pasaron 46 segundos de la contienda y la italiana decidió retirarse tras tremendo derechazo de Imane. Tras la contienda, Angela declaró “Nunca en mi vida, me habían golpeado tan fuerte, y eso que entrenó con hombres”; por lo que se descubrió que Imane no había pasado una prueba de genero por altos niveles de testosterona, siendo que en teoría no debería de competir en la rama femenil.
Esta no sería la primera vez que estuviera su nombre en la polémica, ya que el año pasado en el Campeonato Mundial de Boxeo, Imane junto con Yu Ting Lig e Taiwán fueron descalificadas por la IBA, al tener niveles ambas competidores altos de testosterona en su organismo. Al leer detenidamente el problema de Imane y Yu Ting, es que ambas son mujeres intersexuales (coloquialmente conocidos como hermafroditas), y esta condición no es nueva, si recuerdan un capítulo de Lo Que Callamos Las Mujeres, en esta se muestra a una niña que no tiene los cambios físicos de alguien que pasa por la pubertad y que en un chequeo médico, le comentan que en realidad nació con cromosomas XY (niño).
Aunque el COI salió en defensa de Imane y Yu Ting al clasificarlas como víctimas, muchos han tachado de doble moral a la misma debido a que dejaron competir al neerlandés Steven van de Velde que fue acusado de abuso sexual a una menor de 12 años, pasando un año de los cuatro que le fueron dictados en la sentencia final; por lo que han crecido las protestas de las boxeadoras y entrenadores de que ambas boxeadoras sea descalificadas del torneo, aunque esto causaría que la gente “woke” lance el grito al cielo como siempre.
Esperemos que para dentro de cuatro años sigamos contando con este deporte dentro del programa olímpico, porque no sabemos que futura promesa este entrenando en este momento con tal de ir a un escenario tan importante que les de proyección a futuro; y que la nueva federación organizadora del torneo sea muy estricta en varios aspectos para evitar los escándalos que han opacado tanto al boxeo como a la justa veraniega.