Reynosa, Tam.-
Después de su segundo día de actividades de búsquedas, en que integrantes del colectivo Amor Por los Desaparecidos de Tamaulipas lograron el hallazgo de siete tambos con restos humanos calcinados en su interior, temen hallar muchos más.
Por eso piden el apoyo de las autoridades correspondientes.
El hallazgo fue hecho en un lugar denominado La Sierrita, perteneciente al municipio de Matamoros en esta frontera, confirmó Edith González Treviño, líder del colectivo.
En un extenso terreno lleno de pastizales, se encuentra una casa abandonada, el paso del tiempo y los balazos en las paredes deja entrever que ha sido mudo testigo de enfrentamientos en la zona.
Hasta allá se adentraron los buscadores después que un reporte anónimo alertó y dio esperanzas de encontrar un indicio de sus familiares desaparecidos.
“Ya es territorio de matamoros, nuevo sitio de exterminio donde se localizan restos óseos humanos con exposición al fuego”, confirmó la líder del grupo y también defensora de los derechos humanos.
SE MOVILIZAN AUTORIDADES Y COMISIÓN NACIONAL DE BUSQUEDA
Hasta el momento se desconoce la cantidad de víctimas en el sitio donde fueron encontrados los tambos metálicos, desgastados por el clima y el fuego en su momento.
En ese sitio llegaron elementos de la Guardia Nacional, personal de la Comisión Nacional de Búsqueda (CBN) y peritos forenses expertos en técnicas de campo.
Desde la tarde del lunes se mantiene acordonado el sitio por elementos de la Guardia Estatal, quienes brindan seguridad al grupo de buscadores.
SEGUNDO DÍA DE POSTIVO
Cabe mencionar que los buscadores en su mayoría mujeres que pertenecen al equipo y que por años quizás décadas han estado buscando a sus familiares, se activaron este lunes por una zona entre Río Bravo y Nuevo Progreso.
“El primer hallazgo fue localizado cerca de la carretera estatal 47 Tamaulipas, donde hay grandes cantidades de restos calcinados esperando que sean procesados por la Fiscalía”, dio a conocer Edith Treviño.
Mientras tanto, este martes, los buscadores reportaron haber encontrado restos calcinados cerca del municipio de Matamoros, cuyos indicios estaban en el interior de tambos que a simple vista pueden apreciarse en el “campo de exterminio” o “cocina clandestina”, en la cual emergieron grandes cantidades de osamentas humanas.