Después del último Informe de Gobierno, del cual muchos lo veían muy lejano, pensaban que nunca llegaría, nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador dirá por fin adiós a su controvertido mandato.
Eso de hacer el eslogan de la “Cuarta Transformación”, de por sí sonó muy ambicioso. Pensar ubicarse en la historia después de las anteriores Independencia, Reforma y Revolución, ya se casi veía el querido “Peje” en los nuevos billetes de 50 pesos.
El mismo que mandó hacer una votación a mitad del mandato para ver si se revocaba o no su mandato. En ese entonces, las redes sociales enloquecieron, al menos yo por WhatsApp en mis 20 grupos, chorro de gente ofendida si subías un “sticker” de AMLO.
“No voten, es una estrategia para seguir en el poder”, “Ya vamos a ser como Cuba o Venezuela”, “Eso quiere él para destantearnos, pero quiere todo el poder”. “Quiere quitar al INE”, ahora dicen que quitará a la Suprema Corte.
En este tema, queridos tres lectores, lo que pide es reducir el número de integrantes, que no tengan un sueldo vitalicio, que además sean electos por los ciudadanos.
Y es cuando todo mundo se rasga las vestiduras, qué no debe ser así. ¿Ya se preguntaron quién o quienes eligen a los jueces en otros países como en Estados Unidos? Claro que no es por votaciones populares, pero también es de meditar cuáles son los requisitos de los nuevos integrantes de la SCJN.
Para estar en la polaca o ser juez, supongo que se debe estudiar leyes y tener alguna especialidad, y como todo, ser nombrado por alguien, siempre y cuando llene los espacios para ser juez que resuelven casos constitucionales, controversias de competencia entre los diferentes niveles gobiernos ya sea estatal o federal, proteger los derechos humanos y las garantías individuales de los ciudadanos.
Deben también revisar los juicios y sus decisiones que pasaron por tribunales inferiores. Entonces como dice el pueblo no son enchiladas. Y si a esa vamos les recomiendo las de las Flautas González, acá por la colonia Fuentes.
Cuando conocí a Rosa María hace más de 12 años, me invitó comer unas deli en Flautas González, las sirven con harto queso y te preguntan cuando llegas si las quieres duras, suaves o medias. También sirven tacos de trompo, si vienen a Reynosa deben de visitarlas.
Volviendo con el último Informe de Gobierno, donde se aventó “El Peje” se aventó el chistorete que nuestro sistema de salud está mejor que el de Dinamarca. Hoy dijo que lo hizo adrede, sólo para conseguir muchos likes en su Facebook.
Me pregunto si nuestro querido Mandatario ha hecho fila en un Issste o Imss del país, que sepa lo que se siente cuando tienes que esperar horas y horas para que te atiendan y cuando te recetan te dicen que “no hay, no hay” medicinas, que regrese después en 15 días.
Recuerdo mi admiración a Andrés Manuel en sus inicios, por pensar que hizo fila durante tres sexenios para que le tocara “la rifa del Tigre”, pero que poco a poco se desmoronado su imagen haciéndose cenizas como en la película de los Avengers, cuando empezó a ventanear a los periodistas, exhibiendo el número telefónico de una reportera gringa y llevándole la contra a todos con su frase “yo tengo otros datos”.
Lo inconcebible fue dejarse fotografiar con la mamá de “El Chapo”, dejar ir a su hijo “Chapito” cuando lo pescaron para evitar una masacre en Culiacán, y ahora te enteras que casualmente toda la familia fue extraditada a USA, pero aclaró que México “no tuvo nada que ver” en esa operación donde también se llevaron al “Mayo” Zambada.
Me preocupa saber que las estadísticas del crimen organizado va en aumento en todo México, el “feminicidio bajó 37.6 por ciento, el secuestro 77%”, además de aclarar que “no hubo un Narco Estado” como el periodo del presi Calderón. Pos si toooodos los días hay novedades, muy seguido me preguntan “¿y cómo está la carretera a Reynosa?”. Solo les digo no manejen de noche, no es seguro. No son las carreteras de Texas bien seguras.
Me pregunto si ¿habrá otro presidente más controvertido con AMLO? Al parecer no tenemos memoria, tuvimos otro Antonio López de Santa Anna, que se le acusa de haber regalado más de la mitad del territorio mexicano a los gringos, pero esa es otra historia. Era el más odiado en la historia para los mexicanos.
Por lo pronto ya olvidamos a Peña Nieto que no sabía hablar inglés y ni tampoco hacer bien las cuentas “Estamos a un minuto de aterrizar. No, menos, como cinco…”.