La inestabilidad política no es privativa de México, se da en todos los países democráticos. Los dirigentes de los partidos, los gobernantes, las figuras políticas prominentes, los lideres morales, los poderes económicos y todos aquellos que intervengan en la toma de decisiones aplican la “ambigüedad política” como estrategia que les permita obtener beneficios, o un amplio apoyo entre los votantes, pero a pesar de todo, esta no deja de ser un arma de doble filo. La gente lo puede percibir como un compromiso o como oportunismo.
Vamos a ver el caso de Miguel Ángel Yunes Linares, el político veracruzano que comenzó su carrera en el PRI transitó con éxito en el PAN y ahora se entrega a los brazos de Morena.
Yunes Linares ha sido desde director general del ISSSTE, diputado federal, presidente del PRI en Veracruz, gobernador de su estado y una veintena más de puestos de muy buen nivel en la administración municipal, estatal y federal.
Un personaje controvertido que inmiscuyo a sus hijos en lo más profundo de la política, a su familia y a sus allegados, todos han sido figuras claves en la política estatal y nacional.
Yunes ocupó cambiar de camiseta, y lo hizo envuelto en la bandera de demócrata, migró al PAN cuando se le agotaron las oportunidades en el PRI. Con inteligencia y sagacidad logró esa transición, criticado, y vapulado salió avante, le dio para muchos éxitos más, Éxitos por cierto que también compartió con los suyos. El ejercicio del poder lo llevó a meterse en problemas legales, en meter a sus hijos en los mismos y en defenderse en tribunales. Uso al poder judicial para su beneficio, se defendió ferozmente y las acusaciones de que jueces y magistrados lo ayudaron, abundan.
Hoy hizo uso de esa ambigüedad política que lo caracteriza, fue el quien le dio el voto decisivo para hacer realidad la Reforma al Poder Judicial, escudado en su discurso libertario y demócrata esbozó en tribuna un mensaje que sin lugar a dudas, el que no lo conoce, lo compra. “No se debe linchar a un legislador por ejercer su libertad”, así presentándose con el comportamiento que lo caracteriza logró su transición a Morena y la de su hijo. Obviamente no renunciaron, los expulsaron.
Los políticos adaptan sus discursos y sus posicionamientos según les convenga para seguir siendo competitivos en un entorno electoral polarizado. Muchos políticos ahora no son juzgados por sus acciones, sino por su capacidad de adaptarse según sus intereses. Este comportamiento conduce a la pérdida de confianza en los partidos, en los políticos y en todo lo que fluctué a su alrededor.
Sea como sea, la reforma al Poder Judicial ya es una realidad. Ahora la incógnita que queda en el aire es si es necesario personajes como los Yunes para lograr los acuerdos políticos necesarios para lograr cualquier decisión.
La política es la ciencia que ocupa muchas cosas, entre ellas las traiciones. Aunque la disfracen de ambigüedad política y libertad de pensamiento.
Reenviado
Estrategia política científica y matemáticamente planeada: en el carro de la impunidad cabían dos. De haber votado solamente Yunes hijo, solo le hubiera alcanzado para él, pero su papá decidió que la impunidad debería de ser para los dos. Yunes padre recibió los insultos, los improperios y la presión de los opositores. Una vez hecho esto, le dio el paso a su hijo para que, con su voto, cerrara el compromiso.
Mataron dos pájaros de un tiro. Los Yunes traicionaron a sus amigos, a sus aliados, a los que los llevaron al senado, a los jueces y magistrados que los protegían y principalmente a estos, les dio la espalda. No es crítica, es una realidad.