Hoy se cumple un aniversario más de no solo una de las más grandes tragedias en la actividad de PEMEX en la frontera tamaulipeca, sino uno de los más indignantes ejemplos de cómo la transparencia y rendición de cuentas en este país es una fantasía.
Un día como hoy, pero del año 2012, una explosión en el Complejo Procesador de Gas Kilómetro 19 de Petróleos Mexicanos le robó la vida a más de 30 trabajadores, cuyas familias que siguen esperando que alguien les explique qué fue lo que pasó ese fatídico día.
Y digo que siguen esperando, pues meses después de la tragedia, cuando todos en Reynosa exigían explicaciones, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la entonces Procuraduría General de la República (PGR) decidieron esconder hasta el año 2025 el dictamen de las causas del estallido.
Evidenciando un indignante deseo de otorgar impunidad a los responsables de esta tragedia, las autoridades decidieron clasificar como “confidencial y reservado” el documento donde se detallan las causas -y posibles responsables- de la explosión.
Desde entonces, tras una petición de Hora Cero por obtener una copia del dictamen de las causas de la explosión solicitado por medio de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública, tanto Pemex como la PGR decidieron esconder el papel hasta el próximo 2025… cuando todos los responsables de esta tragedia ya estén muy lejos del alcance de la justicia de los hombres.
Es verdad, en Reynosa todos saben que esta tragedia fue producto de la corrupción, de malos materiales, de mantenimientos chambones para ahorrar dinero. Incluso, en internet están disponibles los videos que muestran cómo sucedieron los hechos.
Sin embargo, tener que esperar un año más para que la gente tenga respuestas oficiales de qué fue lo que pasó es, y seguirá siendo, una mentada de madre.
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