Ciudad de México.-
Alrededor de 730 mil niñas, niños y adolescentes viven en las zonas afectadas por las fuertes inundaciones y derrumbes ocasionados por el huracán “John”, fenómeno que azotó la costa del Pacífico la semana pasada; informó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés).
En promedio, señaló, una de cada tres personas que viven en las zonas impactadas por el huracán “John” es niña o niño. En Guerrero, Oaxaca, Michoacán y Colima, niñas, niños y adolescentes, así como sus familias, han sido fuertemente afectados por las intensas precipitaciones.
“El devastador impacto del huracán ‘John’ ha dejado a niñas, niños y adolescentes sin acceso a agua potable y a servicios básicos de salud, nutrición y educación. Las familias enteras sin hogar que han sido evacuadas y hospedadas en albergues temporales necesitan ayuda humanitaria ahora y durante las próximas semanas”, señaló Fernando Carrera Castro, representante de Unicef en México.
A través de un comunicado, la ONG anunció que está trabajando con el gobierno federal, estatal y municipal, y coordinando con el Sistema de Naciones Unidas para instrumentar una respuesta que permita atender las necesidades identificadas.
En los próximos tres meses, Unicef contempla un plan de respuesta inicial de acciones y apoyo a autoridades y socios en materia de: agua, saneamiento e higiene mediante la entrega de kits de higiene y movilización de plantas de purificación de agua.
Respecto a salud y nutrición, a través de atención médica de primer nivel y consejería nutricional; educación, con la entrega de kits escolares, apoyo socioemocional a docentes, limpieza de aulas protección a la infancia, a través del fortalecimiento de capacidades para la coordinación y canalización de casos de protección especial con las autoridades, así como actividades recreativas y de apoyo psicosocial, medidas de prevención de la violencia de género en albergues y la apertura de espacios seguros y libres de violencia para la niñez.
“La temporada de huracanes no ha terminado todavía. Otra depresión tropical tocará tierra con lluvias torrenciales en las costas de Oaxaca y Guerrero. Nos preocupa que en estas mismas comunidades, las mismas familias, las mismas niñas y niños puedan ser otra vez fuertemente afectados por las inundaciones”, agregó Carrera Castro.
Además, enfatizó que todavía hay varios puentes dañados, carreteras cerradas e infraestructura inundada, lo que dificulta el acceso a las zonas con mayor impacto, por lo que, estas limitaciones logísticas no permiten estimar con certeza el número de niñas y niños afectados, sino que complican enormemente la labor humanitaria en el terreno.
La organización agregó que en algunas poblaciones, como el puerto de Acapulco, han sido impactadas dos veces en esta misma semana quedando anegadas; esta zona aún se encuentra en recuperación por los efectos del huracán “Otis”, ocurrido el año pasado.