En horarios que antes, en otros momentos acostumbraban a las 5 de la tarde en sábado,los dos equipos regios despacharon sus compromisos de esta fecha.
Desconozco la causa del cambio de horario, pero podría ser que tiene que ver con que en Otoño el clima es más clemente por estas tierras regias. En el altiplano, allá donde jugó Rayados ante el San Luis, es un clima diferente y más fresco en general.
Los felinos lograron otra vez salir con los tres puntos, luego de que la fecha pasada acá mismo ante el León sacaron con ciertos apuros un empate.
Ahora, 1-0 podría parecer poco –y lo es — frente a una escuadra como Puebla, de presupuesto limitado y mal invertido.
Quiñones por ahí sudó para tratar de demostrar que Tigres se había equivocado al echarlo. Y no pudo. Terminó dándole la razón a la directiva felina que lo aguantó acá más de lo debido.
Tigres sigue buscando una mejor forma de juego, intentando de muchas formas, con más dinámica, con más potencia, profundidad de la que antes tenía, pero al final el funcionamiento, todavía con fallas, no se refleja en los marcadores.
Ibañez, tuvo el 2-0 y lo tiró arriba.
En mediocampo intentando de una u otra forma generar acciones de gol y son apenas escasas. Dos o tres en todo un partido son pocas. Los salva que Puebla no trae gran cosa y por ello ganaron.
La raza sigue esperando que Láinez aparezca, un muchacho que tiene más crédito y oportunidades que nadie y un sobrevalorado Antuna de quien se espera todavía un buen centro. Dicen que cuando era novato en Santos tiraba algunos muy buenos. Debemos creerles porque acá sigue corriendo, pero ya jugar al fútbol, gambetear, encarar, desbordar, tirar un buen servicio, seguimos esperándolo…
Y bueno el Monterrey, sigue ahí, pescado de los primeros sitios con alfileres, porque sigue cediendo terreno.
Lo que ves de Rayados es lo que hay. Es decir, si de sus últimos 9 puntos solo han sacado 2, refleja esto perfecto que no están avanzando.
Que el DT anterior se fue porque no le hallaba forma al equipo, cómo dirigirlo y hacerlo funcionar mejor, es un hecho; éste está peor. Va para atrás.
Luego de empatar contra el Mazatlán acá, sacar un empate de milagro en Chivas y hoy caer frente a un San Luis que no es una aplanadora, pero juega mejor que varios equipos. Es un once rapidito, fuerte, entrón, que no te da mucha oportunidad de respirar y pensar y si no estás acostumbrado a entrenar bien para tener un sistema y una forma de juego, te van a meter la mano en la bolsa.
Le pasó al Monterrey y le sigue pasando porque tal vez, no están acostumbrados a entrenar fuerte para tener dinámica y saber qué paso sigue en la jugada, porque pareciera que no tienen un método, un procedimiento escrito, ensayado, trabajado que te dé el funcionamiento.
Cualquiera que lo vea se da cuenta que su misión es llevar la pelota al frente como se pueda. Ocampos no es la maravilla que se pensaba. Intenta, pero como Canales, si los demás nada más se les quedan viendo, no van a llegar a ningún lado. Rojas no suma. Berte solo core y trata, como Vázquez que nunca tiene una y cuando le cae, la derrama…
Esta vez no surgió la genialidad de Corona para salvarle el pellejo al DT y se apuntaron un nuevo tropiezo.
La única forma de corregir esto, es bien sencilla: Cuando elijan bien a los que eligen a los que juegan y dirigen. Asunto arreglado…