La vida es como la tómbola, dice la canción: “tom-tom, tómbola, de luz y de color, de luz y de color. Y todos en la tómbola, tom-tom, tómbola. Y todos en la tómbola, tom-tom, tómbola. Encuentran un amor ¡Tómbola!”.
Y viene al caso al juego que hicieron los senadores para elegir a los próximos jueces del 2025, como también del 2027. Me da un dejavú de nuestro querido “Peje” que hizo a mano alzada realizó una breve encuesta para saber si sus seguidores apoyaban o no la reforma al Poder Judicial.
Qué oso brody. Adiós a tanta preparación de cursos anuales sobre leyes, de qué servía sacar puros dieces en el cardex, sus maestrías y posgrados para luchar por un puesto posible como juez de algún puesto del estado o del país.
¿Y si mejor lo hacemos con una lotería mexicana cantada?
Al que le toque “El Diablito” será uno de los elegidos para ser Juez de la Suprema Corte. Aunque si a juegos vamos, también podríamos hacer una quinela o aprovechar las ruletas del casino Caliente o bien hacer boletos rascaditos que se puedan aprovechar y conseguir en los OXXOs.
La gente no tendrá memoria, pero en México nuestro querido Peje hizo una rifa del avión presidencial, que al final dizque se lo vendieron al presidente del gobierno de Tayikistán que pagó mil 658 millones 684 mil 400 pesos por esta aeronave de lujo.
No sé si crean en la suerte, pero yo sí soy un suertudo. Mi amá Esther dice que me “gané la lotería” con la Rosa María. Eso de toparte con una mujer de tan buenos sentimientos y aguantar mi mal humor, pos eso está de festejar.
Creo en eso que dice mi amigo Agustín, que “todo ocurre en el momento perfecto”, por eso cuando yo andaba alicaído me vine a Reynosa y acá se movieron las constelaciones para encontrar a esa persona perfecta. ¡Y qué aguante tiene!
Yo sé que las mujeres son seres independientes, que son igual o más inteligentes que los hombres, bueno por fin ya tenemos una mujer presidenta con Claudia Sheinbaum, ya era hora.
En estos días mi mujer veía la serie “El amor es ciego”, de Netflix, donde a modo de casamenteros, podían a un hombre y una mujer para conocerse sin verse, platicaban con una pared enfrente, hasta que toman una decisión de unir sus vidas. “¿Y sí él está feo, gordo y no me gusta?”, se pregunta una prometida.
Como te imaginarás brody, algunas bodas funcionaron, de la misma manera como en el Medio Oriente los padres de familias escogen a sus nueras, sin que ellas pongan resistencia. Es algo que ocurre muy al azar, pero que no precisamente las mujeres tienen que dar el sí.
Igual ocurre por los Usos y Costumbres en estados como Chiapas, donde “apartan a las niñas” para casarlos con los hijos de sus familias, una tradición que se sigue practicando de manera algo injusta para las chicas que no quieren estar casadas con el novio que les tocó.
Volviendo con la tom-tom tómbola ¿quién escogió a los candidatos? ¿cuál fue el muestreo de los más aptos? Todo fue tan rápido que no estamos informados de este sistema de selección de los futuros magistrados.
No vaya a ser que entraron en las “bolitas” de la tómbola algunos tipos de dudosa procedencia, que no sabemos a qué se dedican. Por lo menos hubieran hecho estudios de leyes, maestrías y capacitaciones anuales para llegar a hacer un buen papel.
Qué Dios nos agarre persignados.