A centrar, y mucho. ¿Les ha dado resultado en este torneo? Es debatible.
Desde los tiempos del innombrable Ricardo “Tuca” Ferreti, el equipo universitario se distingue por un estilo de juego por las bandas. La forma de atacar les fue redituable y con ella se escribió buena parte de sus éxitos.
Después del manoseo de técnicos, el estilo se ha conservado, pero con jugadores y con resultados diferentes que, hasta ahora, y particularmente después de la goleada en el clásico, siguen dejando que desear en base a la calidad de la plantilla.
Estadísticas del actual torneo muestran que, de los 12 partidos disputados en liga, los Tigres han superado a sus rivales en la cantidad de centros al área. Solamente en los encuentros contra Pumas y Atlas, dos equipos que también centran mucho, los de la UANL fueron superados, pero no vencidos en el marcador.
Inclusive en las dos derrotas de los felinos, el estilo de juego por las bandas fue dominado por los vencidos. Contra Querétaro, los Tigres enviaron 50 centros contra 10 de los Gallos; en el clásico los universitarios centraron 25 veces contra 11 de los Rayados. En el empate en el volcán ante León, los de casa registraron 30 centros contra apenas seis de los visitantes.
Este dominio en el estilo de juego, al menos en esta temporada, no se ha traducido necesariamente en goles, ya que de los 17 anotados hasta ahora, apenas cinco fueron resultado de un centro, y de esos cinco, solamente el conseguido contra Bravos de Ciudad Juárez al minuto 85 fue el que les dio la victoria.
La constante de mandar centros en los partidos bien podría considerarse como una forma predecible de Tigres para atacar, que algunos de los rivales han detectado y contenido, más que en las bandas, en el área con presencia alrededor de André Pierre Gignac o de Nicolás Ibáñez. Cuando la plantilla les da para más, los adversarios también le meten presión en dos a uno a los extremos felinos, particularmente cuando los jóvenes Diego Lainez y Marcelo Flores están en la cancha.
Ganar solamente con fibra y pelotazo no siempre se puede y no siempre se debe. Para trascender hay que ser estratégicos, eficientes y contundentes. Al Tigres de hoy, y al entrenador que tienen hoy, les siguen faltando las tres.