En plena recta final de este torneo, las cosas siguen más o menos igual que como fueron desde el inicio. Con la Máquina en plan intratable y los dos equipos regios ahí siempre al acecho en los primeros sitios, como ha sido una constante en los últimos 20 años.
Desde el inicio del torneo pasado Cruz Azul mostró buenas hechuras con la llegada de Anselmi y dos o tres ajustes que hicieron, con la defensa toda renovada con las llegadas de Ditta, Piovi y Jorge Sánchez; con la mejor línea media del torneo con Lira, Charlie, Romo. Rivero, Faravelli, Alexis Gutiérrez y Montaño; y tres atacantes letales como Giacoumakis, el Cuate Angel Sepúlveda, Rotondi y de pilón el tronco uruguayo Fernández que no aporta gran cosa, pero ahí cobra. Además el juvenil Mateo Levy.
Hoy, los comentaristas chilangos suspiran por una Final entre la Máquina y Toluca y dejan de lado a los equipos regios que siempre se han constituido en una piedra en el zapato de las escuadras del sur del país.
Mientras todos los demás (incluidos los equipos “grandes” como América, Pumas o Chivas) sufren porque la gente no va a verlos, en el estadio de La Pastora y el de San Nicolás, los llenos son constantes.
Acá la raza disfrutó un excelente triunfo de la escuadra rayada ante un Atlas que no metió siquiera las manos y hasta el portero Camilo Vargas anduvo haciendo cosas muy extrañas, desconocidas en él, pero que hacen sospechar que no solo él, sino todos los demás, quieren despedir al entrenador.
Jefaturados por el líder de ese equipo que es Aldo Rocha, los rojinegros ya salen en cada partido a pasear la figura y esperar que los dueños les cambien para traer un DT de su gusto.
De eso no tiene la culpa Monterrey que se sirvió doble ración con dos goles de Canales, uno de Berte y uno más de Rojas que ya sufría y se veía desesperado ante la falta de gol.
La Raya le puso una buena zarandeada a los tapatíos que salieron a cumplir y fueron avasallados por un Monterrey que de pronto titubea, pero que sigue ahí en la parte alta de la tabla.
Los Tigres fueron a Tijuana y pese a no llevar a Gignac que ya juega y viaja cuando le da su gana, la tropa felina le pegó también un severo cachetadón a la jauría que dirige el exDT del Tri, Osorio, que hiciera un papelón acá, pero como quiera le dan trabajo aunque ya se sepa que no sirve para nada.
El Chicha Sánchez fue de las más gratas sorpresas en ese partido, jugando al frente, acompañando al ataque con mucho criterio y aunque juega porque la Liga los obliga, debería tener más minutos. Es como Gilberto Mora, de Xolos, están chavitos pero traen más fútbol que algunos “consagrados” que ya tiene más tiempos y muchísimos más minutos que ellos como Láinez, Antuna o Marcelo. Jéremey Márquez, de Atlas o Kevin Álvarez, de América, que llevan años siendo promesas y nada que se deciden a brillar.
Mora juega en el Tri Sub18 y Diego Sánchez, en la Sub20 y son de los más chamacos y de gran talento que deberían tener más oportunidad.
Por lo menos el Chicha en Tigres que merece más que tres o cuatro “estrellas ” que cobran mucho, pero juegan poco…
Mora por lo menos está jugando mucho más, pero se ha ganado esa oportunidad.
Ojalá, como ellos, salieran más…