Monterrey, N.L.-
Ante casi un lleno y con un público afectuoso y con ánimo de festejarlo, se despidió del ruedo regiomontano el valenciano figura del toreo mundial Enrique Ponce, cortando tres orejas a dos buenos toros de la ganadería de “El Junco”.
El valenciano vestido de verde y oro, recibió a su primero “Ferrocarrilero” de 489 kgs, con bellos lances a la verónica, destacando una por lado izquierdo que resultó una pintura, después de brindar al público, Ponce, inició su trasteo doblándose con el toro rematando la serie con un desdeñoso muletazo.
En el centro del ruedo el oriundo de “Chiva” España, aprovechó la dulce embestida del toro, pegándole templadas series en redondo, destacando la clara embestida del burel, que “iba y venía” ante la suavidad de la muleta del torero, quién ejecutó “La Poncina” en varias ocasiones ante el delirio popular, concluyendo su labor con certera estocada, cortando la dos orejas.
En su segundo de nombre “Ingeniero” de 483 kgs, que se mostró reservón, rascando la arena y con un recorrido corto, Ponce quien brindó a Eloy Cavazos, realizó su faena con series en redondo con su acostumbrada clase, terminando su faena al último toro en Monterrey con gran estocada lo que le valió una oreja de premio por parte del público.
El segundo alternante de la tarde el regiomontano Sergio Garza, enfrentó a dos ejemplares de “El Junco” de nombres, “Socio” de 495 kgs y “Emprendedor” de 529 kgs, que se dejaron torear.
Sergio Garza ataviado con un terno tabaco y oro, estuvo toda la tarde muy voluntarioso, tan es así que a sus dos toros, los recibió a porta gayola, entusiasmando al respetable con vistosos afarolados y lances con el capote, así mismo cuajó ejecutó emotivos pares de banderillas, sobresaliendo los de al “violín” y uno al quiebro con banderillas cortas, lamentablemente Garza, malogró su quehacer muleteril al estar bastante pesado con el estoque al sumar catorce pinchazos y cuatro descabellos para pasaportarlos lo que le valió que el biombo le tocara dos bocinazos en ambos ejemplares.
Destacada actuación tuvo el tercero del cartel el lagunero Arturo Gilio, vestido de blanco y oro que cuajo dos interesantes faenas, a su primero de nombre “Junquero” de 505 kgs, Gilio le pegó un variado quite capotero que incluyó verónicas, chicuelinas, gaoneras rematadas con una vistosa revolera; después de brindar a Enrique Ponce el de Torreón cuajó una faena derechista, bien estructurada, prendiendo al público al ejecutar “Saltilleras” muy ajustadas en el centro del ruedo, Gilio, aprovechó la fijeza del toro y su largo recorrido, pegándole derechazos, dosantinas y ceñidas manoletinas, terminando su labor con una estocad en lo alto, lo que hizo que el público exigiera las dos orejas, con gritos de torero, torero.
Para no variar, el Juez Antonio Quiroga, volvió a hacer de las suyas, regateándole la segunda oreja a Gilio, provocando que la mayoría del público coreara el grito de “fuera Juez, fuera juez”.
Por cierto ¿hasta cuándo el municipio renovará a la autoridad taurina de la Plaza? Al final Arturo Gilio dio dos vueltas al ruedo, recibiendo los aplausos del respetable.
Su segundo y último de la tarde de nombre, “Alquimista” de 505 de la ganadería de “Peñalba” el lagunero, volvió a convencer a los aficionados al realizar una faena variada, destacando sus naturales muy largos y templados, mató al burel de certera estocada lo que le valió el corte de una oreja.
Al final Ponce y Gilio fueron sacados en hombros por la puerta grande, concluyendo así una buena tarde de toros, con un ganado que embistió y se dejó torear, destacando los corridos en primero y tercer lugar, esperamos que el ganado de “El Junco” regrese pronto a la Plaza Monumental de Monterrey, termina así la vida torera de la figura española Enrique Ponce en nuestra ciudad.