Cd. de México.-
Claudia Sheinbaum, presidenta de México, participó este lunes 18 de noviembre en la cumbre de líderes celebrada en Brasil. Este encuentro reunió a los jefes de Estado de los 19 países miembros del G20, así como a representantes de la Unión Africana (UA) y la Unión Europea (UE).
En este espacio, se discutieron diversas iniciativas relacionadas con temas económicos, políticos y sociales, con el fin de abordar desafíos globales y promover una cooperación internacional más estrecha.
Durante su intervención en Río de Janeiro, Sheinbaum Pardo presentó una propuesta innovadora que busca transformar la relación entre el gasto militar y la protección ambiental.
La presidenta mexicana sugirió la creación de un fondo global que permita destinar el 1% del gasto militar anual a financiar un proyecto de reforestación a gran escala. Este programa, según la propuesta de Sheinbaum, tiene como objetivo reforestar 15 millones de hectáreas de tierras degradadas en diversas regiones del mundo, contribuyendo a la restauración ecológica y al combate del cambio climático.
¿Qué es el G20?
El “Grupo de los Veinte” es un foro internacional que agrupa a las principales economías del mundo, con el objetivo de fomentar la cooperación económica global. Este organismo se presenta como el principal espacio de diálogo y toma de decisiones para abordar los desafíos económicos a nivel mundial.
A través de una estructura flexible y rotativa, el G20 busca promover la estabilidad económica, el crecimiento sostenible y la cooperación entre sus miembros, contribuyendo de manera significativa a la gobernanza económica global.
El G20 está formado por 19 países y la Unión Europea, que representan aproximadamente el 85% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y dos tercios de la población global.
Los países miembros son: Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía, y la Unión Europea. Este grupo incluye tanto a economías desarrolladas como en vías de desarrollo, lo que le otorga una perspectiva diversa y enriquecedora para abordar los principales problemas económicos del mundo.
Además de los países miembros, el G20 cuenta con la participación de siete organizaciones internacionales clave, que incluyen el Consejo de Estabilidad Financiera, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la Organización de las Naciones Unidas, la Organización Internacional del Trabajo, la Organización Mundial del Comercio y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
El G20 se organiza en dos vertientes principales: la vertiente financiera y la de los Sherpas.
La primera está encabezada por los ministros de finanzas y los gobernadores de los bancos centrales, quienes lideran la discusión sobre los temas económicos y financieros más relevantes, como la reforma de la arquitectura financiera internacional, la regulación y supervisión de los mercados, la coordinación de políticas macroeconómicas, y la inversión en infraestructura, entre otros.
Por otro lado, los Sherpas son los representantes personales de los líderes del G20, encargados de coordinar los trabajos preparatorios para las cumbres y las reuniones del foro. Estos diplomáticos y altos funcionarios supervisan las negociaciones, coordinan los temas de la agenda y gestionan el proceso de toma de decisiones.
¿Cuál es el objetivo del G20?
El objetivo principal del G20 es garantizar la estabilidad económica mundial y fomentar el crecimiento sostenible a través de la coordinación de políticas públicas entre sus miembros. A lo largo de sus cumbres, el foro ha buscado prevenir crisis económicas globales, como la ocurrida en 2008, y establecer medidas que favorezcan una recuperación económica inclusiva y duradera.
El G20 trabaja también en la implementación de políticas públicas en áreas fundamentales como el empleo, la energía, la salud, el medio ambiente y la lucha contra la corrupción.
Este enfoque multifacético permite que el G20 aborde no solo cuestiones económicas, sino también desafíos sociales y medioambientales, buscando soluciones que promuevan el bienestar global.
En cuanto a la arquitectura financiera internacional, el G20 ha jugado un papel crucial en la reforma de instituciones clave como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, con el fin de garantizar que el sistema financiero global sea más justo, estable y eficaz para todos sus miembros.