Reynosa, Tam.-
Cualquiera que conoció a Superman en los años setentas y ochentas, con seguridad pensará en Christopher Reeve.
¿Quién más que un actor neoyorkino de 1.93 de estatura, ojos verdes, con ese rizo que le cubría su frente para ser súperhéroe de los cómics?
Y es que tenía que representar al personaje más icónico de todos los tiempos, quien aparece en las revistas de DC, con superpoderes como volar, rayos en los ojos, súper aliento y una fuerza que le rebotaban las balas.
El reciente documental “Super/Man: The Christopher Reeve Story”, llega 20 años después del fallecimiento del actor el 10 de octubre del 2004.
Sus directores son Ian Bonhôte y Peter Ettedgui de “McQueen” y “Rising Phoenix”, misma que narra la historia de los Juegos Paralímpicos.
Christopher Reeve pasó por un acontecimiento que dejó a todos perplejos y que ahora se retomó en las salas de cine.
“Todo mundo busca un héroe. Yo no soy un héroe, fue un papel y yo lo interpreté”, dijo en alguna ocasión el actor.
“Sabía que ese papel podría cambiar mi vida. John Houseman (productor) me dijo ‘Señor Reeve, debe ser un actor serio y clásico. Al menos, claro que le ofrezcan un dineral hacer otra cosa”, le confesó a Johnny Carson en su programa “Tonight Show”.
Señaló que cuando supo de la personificación del “Hombre de Acero” lo convencieron de que volaría de verdad.
“Mis ratos con mi papá siempre están actividad y acción: bicicleta, futbol, esquí”, lo que incluía también la equitación, confesó su hija Alexandra Reeve Givens.
Su papá acostumbraba decir “cape diem, que en latín significa “aprovecha el día”, porque él nunca dejó de ser competitivo.
Su otro hijo Matthew Reeve recuerda el día en que le dijeron adiós mientras se deslizaba en la nieve y los saludó.
“Pero fue la última vez que lo vi”, confesó entre lágrimas Matthew.
“Superman” pasó seis meses en el Instituto de Rehabilitación Kessler, en Nueva Jersey, después del accidente que lo dejó paralizado.
En una competición ecuestre en Culpeper, Virginia, el 27 de mayo de 1995 cayó de su caballo.
A raíz de la caída se fracturó dos vértebras cervicales, que le seccionó la médula espinal.
Reeve quedó paralizado desde los hombros y perdió la capacidad de respirar. Tras una operación, solamente recuperó la movilidad de los dedos de su mano izquierda.
“El señor Reeve no se mueve ni respira por sus medios”, informaron los médicos.
La actriz Susan Sarandon reaccionó con un “¿Superman? ¡Qué locura! Esa tontería con el caballo”.
Luego el propio actor diría en televisión “arruiné mi vida y la de los demás. No podré esquiar, navegar, lanzarle la pelota a Will (nieto), hacerle el amor a Dana (esposa). Deberían dejarme ir”.
Pero su esposa llegó de inmediato al hospital y le dijo “te amo”, comentó su hija Alexandra.
El actor indicó que las palabras de su compañera de vida le salvarían su vida: “Sigues siendo tú y te amo”, para acompañarlo guiando su silla de ruedas a ciertos eventos públicos.
En el documental se menciona la valiosa labor que tuvo el actor Robin Williams.
“Robin y él eran grandes amigos, porque eran muy parecidos”, comentó la actriz Glenn Close, quien reconoció que Robin lidió con problemas de depresión toda la vida.
“Por eso los dos sabían que era estar en el pozo”, agregó Sarandon.
En su momento Williams declaró en público que Chris luchaba con alma y vida.
“Cuando alguien lucha así, sin perder la humanidad, es algo muy esperanzador.
La esposa del actor, Dana, quien por cierto es la presidenta de la Fundación Christopher& Dana Reeve para el estudio de la parálisis y el cultivo de células madre, habló del momento en que pasaban.
“Yo lo siento a él, pero él no a mí”, indicó.
Su hijo reconoció que se vivió un momento muy complicado en la familia.
“Debió ser un infierno para mi mamá. Saber que ya lo había perdido”, reconoció William Reeve.
El actor en conferencia de prensa señaló que lo que tenía que hacer, era por él mismo, por eso estaba en rehabilitación constante.
“Debía hacer algo por mí, pero también por los que estaban como yo, en la misma condición”, dijo.
Superman, el hombre invencible, ahora estaba en una silla de ruedas y quería hacerlo público como algo enorme, agregó Glen Close.
“La ayuda está en camino”, expresó el actor de películas como “Pide al tiempo que vuelva” y “Sueños de muerte”, entre otras.
Su caso fue tan trascendente que en su momento el presidente americano Bill Clinton creó la Ley Christopher y Danna Reeve, que ofrece ayuda a personas con discapacidades a ahorrar impuestos y planificar sus finanzas, que después apoyaría Barack Obama.
Además se creó una fundación, que ha recaudado más de 130 millones de dólares para financiar investigaciones y becas para organizaciones en Estados Unidos.
Gracias a estos nuevas investigaciones, hay pacientes que ahora caminan, gracias a “Superman” Reeve.
“¿Y qué es un héroe. Antes respondía que era alguien que realizaba una acción valiente sin medir las consecuencias. Hoy mi definición es muy distinta. Creo que un héroe es una persona común que halla fuerzas para seguir y resistir a pesar de los obstáculos descomunales”.
En una presentación en la 68 Edición de los Oscars, el 25 de marzo de 1996, el actor señaló que no se perdería ese momento por nada del mundo, mientras recibía una ovación de la audiencia de pie.
“Cuando era niño mis amigos y yo íbamos al cine a divertirnos. Vimos ‘Teléfono Rojo, volamos a Moscú’, de Kubrick; empezamos a reflexionar sobre la maldad y la destrucción nuclear. ‘Fugitivos’ de Stanley Kramer nos hizo pensar en las relaciones entre razas.
“Y nos dimos cuenta que las películas podían dar un mensaje social. Si vimos films como Platoon y Philadelphia, o El aceite de la vida, uno es consciente del poder de las películas a la hora de presentar dolorosos pero importantes temas al público.
“Aquí tenemos algunos ejemplos de aquellas películas que valientemente han puesto el mensaje social por delante del éxito de la taquilla. Nos han iluminado, desafiado y nos dan la oportunidad de aprender”.
Christopher Reeve vivió 9 años postrado en una silla de ruedas. Murió el 10 de octubre de 2004 a los 52 años de edad.