El poder legislativo del estado de Tamaulipas se encuentra en un momento crucial, antes de emprender reformas en materia de derechos humanos, es fundamental que se escuche y se dialogue con las mujeres para saber si despenalizar totalmente el aborto es un tema prioritario, ya que hasta el momento en nuestra entidad es legal abortar bajo tres circunstancias: en caso de violación, cuando la vida de la madre está en peligro y si el aborto ocurre por imprudencia de la mujer.
Eliminar este delito del Código Penal puede provocar que se vulneren aún más los derechos de los seres humanos en el vientre, es importante saber que más del 90 por ciento de las personas que van a la cárcel por este delito son hombres, en el caso de Tamaulipas hasta abril de 2024 no había ninguna mujer presa por esta causa, pero sí seis varones, así lo muestran las cifras obtenidas a través del Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI). En estos casos, la tipificación del aborto como delito permitió sancionar la gravedad de la agresión que implicó la pérdida de una vida en gestación, como una forma de homicidio prenatal.
Es imperativo que se consulte a las mujeres sobre qué reformas consideran urgentes, en un país donde el sistema de salud enfrenta serios problemas y recursos limitados. Es vital priorizar las condiciones de vida y salud de la población femenina, las estadísticas son contundentes: el cáncer de mama y la diabetes son dos de las problemáticas más críticas para la población femenina.
En el tema del cáncer de mama, Tamaulipas ocupa el séptimo lugar a nivel nacional en muertes. Otra enfermedad que está afectando en su mayoría a las mujeres es la diabetes; en este año en nuestro estado se diagnosticaron más de 14,000 nuevos casos, de estos el 58 por ciento corresponde a mujeres, y la cantidad de fallecimientos de mujeres por esta causa fue de 1,182.
Estas cifras reflejan una realidad que no podemos ignorar: muchas mujeres están perdiendo la vida a causa de un diagnóstico tardío y la falta de acceso a servicios de salud adecuados. En lugar de destinar recursos a servicios de bajo alcance comunitario, se debe contemplar reformas a la ley que garanticen el bienestar de un mayor número de mujeres.
Además de estas preocupaciones de salud, los casos de feminicidios y agresiones van en aumento. Es crucial promover una cultura de prevención y desarrollar más programas sociales para atender y reducir estos delitos que van al alza.
Son muchas las áreas que requieren atención prioritaria, sin embargo, podemos ver que a nivel nacional el tema del aborto cobra fuerza, en parte por la presión de organismos extranjeros como la ONU, que lo contempla como parte de sus objetivos, de manera que la prisa con la que se ha legislado en varios estados de la República Mexicana puede tener relación con la injerencia de estos organismos, lo cual ha dado pie a graves errores y omisiones en las reformas legales que se han realizado.
Hace poco más de un mes, el Congreso de la Ciudad de México llegó al extremo de proponer que aborto eugenésico fuera legal en cualquier momento del embarazo, es decir, hasta el último trimestre, lo cual además plantea un grave riesgo para la salud de la mujer. Esta iniciativa generó una intensa discusión y rechazo de parte de la ciudadanía, por lo que a pesar de haber sido aprobada en comisiones, finalmente no se presentó ante el pleno. Solo de pensar que hubiera sido aprobada resulta escalofriante.
El aborto eugenésico hace legal la muerte en el vientre de seres humanos con alguna discapacidad, como por ejemplo el síndrome de Down. Es necesario preguntar: ¿la vida de un ser humano con síndrome de Down vale menos? La idea de que algunas vidas son menos valiosas puede ser peligrosa y tiene repercusiones en la forma en que la sociedad valora a las personas con discapacidades.
Ante el riesgo de querer calificar si una vida merece o no ser vivida, podemos ver el ejemplo de Cristiano Ronaldo, quien fue el cuarto hijo de una familia pobre y cuya madre intentó abortar con un método casero, después de que un doctor se negara a realizarlo, por fortuna para él y los aficionados al fútbol, falló.
Este es solo uno de los muchos ejemplos de vidas que han sido menospreciadas y se han convertido en historias de éxito.
La decisión de abortar no es fácil, ni tiene por qué serlo, ya que se está tratando de decidir si una vida humana continúa o no, son decisiones que requieren reflexión y análisis más allá de presiones políticas. Demanda conocer las causas por las que la mujer está optando por terminar con esa vida humana,
¿Qué razones la están orillando a esto, o qué conductas sociales están priorizando la eliminación de la vida humana como única solución ante un embarazo inesperado?
Es esencial abrir un espacio para el diálogo en el que se escuchen todas las voces, incluidas las de aquellos que han vivido con discapacidades o que han enfrentado decisiones difíciles en torno al aborto. Cada vida tiene un valor único, y es responsabilidad tanto del estado como de la sociedad proteger y respetar esa dignidad.
“Debemos recordar que la verdadera grandeza de una nación se mide por cómo trata a sus ciudadanos más vulnerables”, Mahatma Gandhi.