Dentro del noticiero Info 7 de TV Azteca hemos señalado algunos feminicidios y hechos de violencia entre personas aquí en Tamaulipas de una manera que me parece excesivamente frecuente; en el deambular antropológico del narrador que me habita llego a la conclusión de que hay algo dentro de la sociedad que no hemos detectado que como bomba de tiempo anda circulando por nuestras calles en forma de seres humanos con una capacidad muy limitada para gestionar y trascender frustraciones que cualquier situación de desavenencia puede ser la chispa que detone una agresión que termine en crimen o intento del mismo.
Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), durante 2023 se registraron 35 homicidios dolosos contra mujeres en Tamaulipas, de los cuales 18 fueron investigados como presuntos feminicidios, representando el 51.42% de los casos. Anécdotas sacadas y deformadas de la misérrima realidad. Verdaderamente alarmante.
El 14 de julio de 2023, Estefany Sánchez ingresó al hospital Rodolfo Torre Cantú en Tampico, inconsciente tras recibir una golpiza por parte de su pareja. Permaneció ocho días hospitalizada y falleció el 22 de julio. Colectivos feministas exigieron que el caso fuera tipificado como feminicidio debido a la gravedad de las lesiones.
En septiembre de este año, Karla, una adolescente de 14 años fue encontrada sin vida en una brecha cercana al fraccionamiento Jardines de Arboledas en Altamira. Originaria de Progreso, Yucatán, residía en Altamira desde hacía dos años y era estudiante del Colegio de Bachilleres. Este caso fue el quinto feminicidio registrado en la zona sur de Tamaulipas en un mes, posicionando a Altamira como uno de los municipios más peligrosos para las mujeres en el estado.
El 31 de octubre de 2024, en Madero, Melanie fue brutalmente agredida por su pareja, Christian de Jesús Rojas Martínez, encontraron en su destino el desgarramiento lirico de un amor doblemente trágico, después de una fiesta de disfraces en Ciudad Madero. Derivado quizá de una urdimbre profunda y oculta en la mente de su novio, la joven sufrió fracturas en la nariz y el pómulo, además de una lesión ocular que requiere cirugía. Todos vimos la golpiza con lujo de detalles y paradójicamente, por tecnicismos jurídicos que a muchos nos parecen ridículos en casos como este, a su victimario hay que llamarlo “presunto agresor” quien se dio a la fuga y 38 días después fue arrestado.
El 7 de noviembre de 2024 en Matamoros, Erika fue atropellada y asesinada por su pareja, Florencio “N”, frente a sus seis hijos en la calle Xochimilco de la colonia Junta de Aguas.
Y hasta el día de hoy el último caso registrado en esta lista sucedió el 13 de
diciembre de 2024, Fabiola asistió a una posada de su trabajo en Matamoros y no regresó a casa. Su cuerpo fue encontrado sin vida horas después. Testigos informaron que había tenido una discusión con su pareja antes de su desaparición. Fabiola dejó a dos niñas huérfanas.
En resumen, en el 2023, se registraron 18 feminicidios en Tamaulipas, de los cuales 3 ocurrieron en Matamoros, ubicando al estado en el onceavo lugar a nivel nacional en incidencia de este delito. De enero a septiembre de 2024, Tamaulipas registró 10 feminicidios, con Reynosa y Matamoros. En un periodo de un mes, la zona sur de Tamaulipas registró cinco feminicidios, siendo Altamira el municipio con mayor incidencia.
Tratando de acercar la lupa antropológica en todos estos casos, cuando como sociedad lastimada con cierto desdén calificamos a estos hombres violentos de “cazadores de mujeres”, lo hacemos sin saber cuánta verdad, cuánta capacidad de observación queda plasmada en el término, pues, en efecto, todos los instintos apasionados de la caza, el rastreo, la excitación y la crueldad moral vibran en la vigilancia infatigable de semejantes individuos de un apasionamiento extraordinariamente exaltado en sus afectos o antipatías con poca capacidad para moderarse.
Sesudo lector, la violencia contra las mujeres y los feminicidios en Tamaulipas tienen la resonancia necesaria para situarse mediáticamente por varios días en la palestra; el hecho ha sido motivo de creciente preocupación en 2024. El gobernador Américo Villarreal Anaya, ha condenado enérgicamente este tipo de violencia y ha asegurado que las autoridades garantizan la seguridad, el respeto y la justicia para quienes denuncian estos actos.
Muy lamentablemente a pesar de estos esfuerzos, entre Sociedad y Gobierno la violencia de género persiste en el Estado, evidenciando la necesidad de un programa constante de valores y de severidad jurídica y así fortalecer las medidas de prevención, protección y sanción para erradicar este grave problema tan arraigado en mucha de nuestra gente. Gran pendiente para Gobierno y Sociedad.
El tiempo hablará…