De pronto brody, te hiciste grande. Empiezan ciertas molestias musculares. ¿Es por qué me caí o como dicen di el “ranazo”?
Porque en una ocasión caminando con mi manito Chuy en zona Valle, no me percaté de una llave de riego en la calle y me caí cual costal de papas. No me quebré ni un hueso, creo, pero tuve molestias en mi brazo izquierdo y con el tiempo en mi pierna izquierda también.
-Es la ciática-, me dijo un amigo. Y como ahora ahora todos se sienten doctores, sólo porque vieron un reel en Instagram o Face, pos te dicen y hasta te medican: “Toma naproxeno (Aleve) y ibuprofén (Advil, Motrin) son antiinflamatorios no esteroideos sin receta, muy buenos”. Es cierto, pero no crean todo lo que dicen en redes.
Casi casi te dicen que te tragues un diente de ajo, quesque pa’ tu circulación y varias semillas negras de papaya por si las moscas de tu digestión.
Pero uno duda de las recomendaciones. Y me la pasé meses con la molestia en la pierna. Y sabrán que un día en La Plaza Mall, de McAllen, fui con uno de los chinos que masajean, ahí cercas del área de comidas. Hacen que te sientas en una silla de masaje, todo encorvado, mientras todos te miran cuando van pasando en su habitual “shopping”.
Si andan por ahí pidan un sub Steak Philly Cheesesteak, de Charleys. Es de carnita tipo milanesa, con queso derretido, lechuga, tomate y jalapeños opcionales. Una delicia. Es como si estuvieran en Nueva York.
Volviendo con mi amigo oriental, le dije en inglés mocho “here, here, in my leg”. Pero el móndrigo me ha masajeado tan gacho que me hacía brincar.
Como estaría la cosa que Rosa María me veía ahí cercas y me tomó varias fotos. Casi me toma un reel y dice “amigos de Hora Cero, estamos en La Plaza Mall, a un bigotón le están dando un masaje y vean qué brincotes está dando”.
De verdad me tomó fotos y me las mandó por WhatsApp. Ya cuando salimos también pidió un sub de Charleys y se le olvidó que yo andaba como viejillo cojeando por los pasillos del mall.
Con el tiempo se me ha ido quitando las molestias de mi pierna, creo que las caminatas diarias de cerca de 10 mil pasos (unos 8 kilómetros) me han servido mucho para mis molestias.
Por cierto acabamos de ir a Monterrey una semana para cuidar a mi Mamá, aportar algo para que se sienta mejor. La pobre está casi inmóvil y empieza a llamar a difuntos, a la abuela Esther que le pidió un foco para la casa y a mi papá Chuy que estaba en el patio y no quería entrar al cuarto. Todavía.
Al cuidar a mi Mamá, quiero que el tiempo se detenga, porque ella pasa muchas horas dormida y anda toda repelona, quejándose de que todo le duele.
Si yo con una caída tengo meses con molestias musculares, imagínate brody ella que ya cumplió 95 años el pasado 10 de enero.
Me falta todavía platicar mucho con ella y recuperar el tiempo perdido. Quiero decirle “te amo Mamá, gracias por todo lo que hiciste por mí”.