Culiacán, Sin.-
La vida de los tres hermanos, oriundos de esta ciudad, sentenciados a morir en la horca en Malasia, pende de un hilo, por lo que sus padres buscan ayuda ante el gobierno federal para que interceda por ellos por la vía diplomática.
El padre de Luis Alfonso, de 48 años, José Regino de 37 y Simón de 34 años, de apellidos González Villarreal, un humilde fabricante de ladrillos, desde hace cinco años sufre al lado de su esposa, hijos, nueras y nietos la detención de sus vástagos, en una nave industrial en la comunidad de Johor Bahru, Malasia, presuntamente donde se aseguró droga.
Con sus casi 84 años de edad, don Héctor vuelve a tocar puertas en busca de ayuda, puesto que el próximo 24 de este mes, un tribunal integrado por tres jueces, en la ciudad de Kuala Lumpur, emitirá un fallo definitivo sobre el destino de sus tres hijos mayores.
En mayo del año pasado, el Juez que llevó su caso, Mohamed Zawawi, considerado como el más duro en sus actuaciones en Malasia, los condenó al patíbulo, pese a que otros tres mexicanos detenidos junto con ellos en el exterior de un inmueble donde se procesaban 240 kilos de droga sintética, fueron liberados previamente por la Real Policía de Malasia.
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