Dic. 5
Históricamente, a los Acereros de Pittsburgh se les puede definir con solo una palabra: defensiva.
Una tradición iniciada en los 70, cuando la ‘Cortina de Acero’ fue el bastión en los cuatro Super Bowls que marcaron una dinastía, se mantiene vigente con un grupo que busca fijar nuevos estándares de dominio.
En otras palabras, Tony Romo y el resto de los Vaqueros de Dallas tienen una cita con el peligro el domingo en Pittsburgh.
Corren el riesgo de ser acosados, perseguidos y golpeados por una defensa física que está logrando lo que ni sus laureados predecesores consiguieron.
Ni la ‘Cortina de Acero’ ni nadie, de hecho.
El actual grupo comandado por James Harrison, Troy Polamalu y compañía busca ser la primera defensiva desde la era del Super Bowl en liderar en yardas totales admitidas, yardas por pase, por tierra y puntos.
Actualmente, son líderes en todas esas categorías, además de ser el equipo con más capturas de quarterback en esta campaña.
No es cosa de todos los días. Los pupilos del coordinador defensivo Dick LeBeau son un grupo para considerar.
Sopesar las 14 capturas de Harrison, segundo en la AFC, o las 25.5 que tiene combinado con el otro linebacker externo, LaMarr Woodley, ambas marcas del equipo.
No de cualquier equipo, sino uno que tiene seis defensivos en el salón de la fama y una reputación de miedo.
Misma que se están ganando a pulso esta temporada y que pueden establecer como digna de comparación con aquella de los 70 con otra buena actuación ante la explosiva ofensiva de Dallas.
No sería una novedad. En esta campaña, solo un equipo, los campeones Gigantes, han avanzado más de 281 yardas ante ellos. Y solo otro equipo, uno comandado por un tal Peyton Manning, ha conseguido más de dos touchdowns ante ellos.
Correr el balón, ha sido algo impensable ante Pittsburgh, y pasarlo no ha sido mucho más sencillo.
Considerando que el quarterback no tuviera encima a Harrison o a Woodley, Polamalu está al acecho, como lo muestran sus seis intercepciones, cifra máxima en la NFL este año.
“La defensiva, solo hizo lo de siempre”, comentó el coach Mike Tomlin luego de forzar cuatro balones perdidos a los Patriotas de Nueva Inglaterra la semana pasada.
Pero Tony Romo no es Matt Cassel, y el arsenal de Dallas podría ser su prueba más dura hasta el momento.
Dallas tiene marca de 7-2 con Romo como titular esta campaña, promediando poco más de 28 puntos por juego.
Más importante aún, no pueden dejar escapar un triunfo. No cuando están en la pelea por un sitio como comodín en la NFC y con un duro calendario en el cuarto final de campaña.
La interrogante que enfrenta Dallas va más allá de como descifrar el esquema de LeBeau que ha probado ser insuperable esta campaña.
La pregunta es cómo aspirar a hacerlo jugando posiblemente sin su corredor titular, Marion Barber, quien no se ha recuperado de una lesión en el pie y su participación la tarde del domingo en Heinz Field está en duda.
Una situación digna de encender los focos de alarma, pues su ataque, aún con Terrell Owens, Roy Williams y Jason Witten, se volvería predecible, lo que significa, ante LeBeau, un suicidio.
Hoy, Pittsburgh domina la NFL del otro lado del balón. Pero a diferencia de la original ‘Cortina de Acero’, de Jack Lambert, Joe Greene y compañía, no será recordada a menos que refleje su jerarquía en el trofeo Vince Lombardi.
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