Si Felipe Calderón Hinojosa en verdad trae muchas ganas de limpiar al PAN, a la mayor brevedad debería ordenar al dirigente nacional, Germán Martínez Cáceres, poner la lupa en quienes han manchado las siglas del partido con acciones corruptas para beneficio personal.
Y si las palabras que pronunció en el discurso de homenaje al difunto Juan Camilo Mouriño fueran ciertas, yendo más allá con denuncias penales por malversación de recursos públicos, se incrementarían los inquilinos en las cárceles de Nuevo León y Tamaulipas. Estarían a su máximo de capacidad.
Porque para nadie es un secreto que cuando el PAN ganó la presidencia de la República en 2000, en un abrir y cerrar de ojos los panistas -sobre todo a nueva generación- comenzaron a servirse con la cuchara grande de un gran banquete al cual nunca habían sido invitados: el dinero público.
Muchas décadas esperó el PAN para ganar primero un municipio, después una gubernatura (Baja California, 1989, Ernesto Rufo Appel) y 11 años más tarde la presidencia de México, resultando lo mismo, o peor que el PRI en cuanto a corrupción política.
Y para muestra basta un botón. El caso que enseguida voy a contar sucedió en Reynosa, Tamaulipas, donde en 2007 Hora Cero destapó la cloaca de la porquería política pintada de azul y blanco, encabezada por un desquiciado que soñó con ser gobernador: Francisco García Cabeza de Vaca.
El actual regidor Roberto Carlos Rodríguez Romero, yerno del difunto presidente del comité estatal, Alejandro Sáenz Garza, hizo suyas las prerrogativas y las cuotas de los panistas para comprarse en 2005 una residencia en Pharr, Texas, y realizar viajes de placer.
Las evidencias que publicó la reciente edición de Hora Cero Tamaulipas demuestran que Cabeza de Vaca y sus compinches no sólo robaron a la presidencia municipal, sino que saquearon a su propio partido.
Cuando apenas tenía 11 meses de funcionario municipal, Rodríguez Romero dejaba atrás su clase media baja al comprar una residencia de casi 70 mil dólares en un sector de alta plusvalía en el Valle de Texas.
Pero el colmo del abuso de poder fue cuando en agosto de 2007, en plena campaña municipal que perdió el PAN, el actual regidor viajó con dinero del partido a presenciar un partido de futbol americano entre los Vaqueros de Dallas y los Broncos de Denver.
El susodicho pagó los gastos con su tarjeta American Express, sin embrago el dnero fue rembolsado con la cuenta 02167741538 de Banamex del Partido Acción Nacional.
Cada una de las pruebas, de su residencia en Pharr, Texas, como del viaje patrocinado por las cuotas de los militantes, fueron documentadas por Hora Cero y se pueden ver en su edición en línea.
Hay que aclarar que las prerrogativas que reciben los partidos del IFE, además de las cuotas de los militantes, se convierten en dineros públicos cuando llegan a las cuentas bancarias de cada uno de los partidos políticos.
El regidor Roberto Carlos Rodríguez cumple perfectamente con el perfil del tipo de lacras panistas a las que se refirió Felipe Calderón Hinojosa, culpables de las más recientes derrotas de su partido en México.
Por esos caso a los albiazulez les preocupa mucho la contienda federal de 2009, cuando Nuevo León y Tamaulipas tomen el mismo rumbo que el PRI ha trazado en las últimas elecciones ganadoras como fueron Yucatán, Guerrero, Coahuila e Hidalgo.
Sobre todo en Nuevo León, donde estará en juego mucho más que los escaños en el Congreso de la Unión, viendo hacia el cada vez menos lejano 2012.
hhjimenez63@hotmail.com
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