México, D.F.-
El escritor sueco Peter Stamm y el narrador mexicano Enrique Serna han tenido un acercamiento distinto a las nuevas tecnologías, el primero está más lejos de las redes sociales, el segundo las conoce mejor; ambos coincidieron en que Internet es una herramienta tecnológica maravillosa pero también oscura; que los seres humanos sabemos aprender a saber utilizarla en lugar de que ella nos utilice a nosotros.
Durante su participación en el Coloquio de Literatura “Nuevas escrituras, nuevas lecturas”, realizado en el marco del fmx-Festival de México en el Centro Histórico, en el Museo Franz Mayer, los dos escritores dieron cuenta de cómo el internet, Facebook, Twitter, el correo electrónico, los blogs y demás redes sociales han entrado de lleno a la vida de las sociedades y hasta han modificado la forma de leer y escribir.
Señalaron que es una herramienta atiborrada de información, pero que en un 99.5 % es mala, que permite la sociabilización pero al mismo tiempo encierra y ata a los medios electrónicos, que no es que ahora se escribe más, sino que se escribe peor.
Enrique Serna, colaborador de EL UNIVERSAL dijo que lo más adictivo de este juguete hipnótico es el que permite sumergirnos en un mundo alterno en el que los actos y las palabras registrados en la pantalla, importan y emocionan más que las vivencias de la realidad tridimensional. “Me temo que hoy en día Facebook, más que un medio de comunicación es la principal fuente de penas y alegrías para millones de seres”.
Irónico y sarcástico como es su estilo, Serna afirmó que la narrativa contemporánea tiene, en la actualidad, la misión de combatir esta epidemia de irrealidad hasta donde se lo permitan sus modestos alcances, y señalar que la crítica de valoración neurótica provocada por las redes sociales no debería llevarnos a colocarlas en bloque, pues no sólo inmovilizan y atrapan al hombre también pueden darle alas para volar, cuando saben utilizarlas en vez de ser utilizados por ellas.
“La literatura del futuro seguramente se difundirá por medios electrónicos y por lo tanto estará estrechamente ligada al ciberespacio. La tarea que nos corresponde, por lo tanto, será humanizar esta temible y maravillosa herramienta, someterla a nuestro libre albedrío, defender la reflexión solitaria contra la marea enajenante que anestesia el corazón y obnubila el entendimiento”, señaló.
Por su parte, Peter Stamm manifestó que él no siempre tiene claro quién va por delante “yo el lector o yo el escritor. Si los caminos que he recorrido los pusiera en un mapa sería una red totalmente enredada de líneas y escribir no es más que un intento de leer estas líneas”.
Dijo además que él no es un crítico de que estas herramientas sea una opción para publicar, incluso le parecen interesantes para los jóvenes escritores que aún no tienen editorial, pero el riesgo es no saber seleccionar la buena información de entre toda la que existe y que tampoco ve como un gran avance que los jóvenes escriban ahora más que antes, pues lo que escriben está muy al escrito y no dicen nada.
Este miércoles, a las 19 horas, en el mismo Museo Franz Mayer, se realizará el segundo y último diálogo del Coloquio de Literatura, esta vez a cargo del escritor y periodista argentino-español, Rodrigo Fresán, y el escritor y periodista mexicano Sergio González Rodríguez.
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