México, D.F. / Enero 10.-
Los carteles publicitarios en la historia del cine mexicano serán reunidos en un libro que prepara el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), el cual se daría a conocer en 2010.
Cristina Prado, directora de promoción del Imcine, informó que la idea principal es aglutinarlos por época para mostrarlos como herramienta publicitaria o incluso de arte.
“Todavía vamos a hacer la curaduría, no hay cifra de los carteles que habrá en el libro, porque hay que pedir permisos. Apenas se están comenzando a escribir los textos que se van a publicar, pero queremos que salga el próximo año”, dijo.
Hasta el momento el único referente que se tiene sobre los carteles del cine nacional es el archivo propiedad de Rogelio Agrasánchez Jr, quien incluso ha publicado libros y puesto a la venta colecciones, en Estados Unidos, con reproducciones de los mismos.
“Él tiene, pero de la época de oro del cine. Y el libro que preparamos, hablará de todas las épocas”, subrayó Prado.
La tarea será dura, pues solamente en la última década se estrenaron más de 300 largometrajes. Y en sus archivos, el Imcine cuenta con unos 5 mil títulos.
También documentales
La funcionaria indicó que paralelamente se trabajarán tres obras más que se abocarán a los guionistas, el documental y animación mexicanos. “La mayoría de estas publicaciones estarán integradas por textos hechas por expertos y con información, con números”, detalló.
El cuarteto de materiales se sumaría a la obra Múltiples rostros, múltiples miradas: un imaginario fílmico. 25 años del Instituto Mexicano de Cinematografía, de próxima puesta en venta.
Algunas de las plumas que podrán leerse son de Alfredo Joskowicz, ex director del Imcine; Alejandro Ramírez, director de la cadena exhibidora Cinépolis y actual presidente de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica y del Videograma (Canacine).
También están cineastas y productores como Mónica Lozano, Rafael Montero y Víctor Ugalde.
“Tiene una línea narrativa a través de gente importante de la industria fílmica, que habla del surgimiento del Imcine, de gente que vivió ese momento con todo lo que ocurrió hasta contemporánea”, explicó Crsitina Prado.
Acerca del documental, precisamente Alfredo Joskowicz declaró hace unas semanas que era necesario recuperar un propósito de servicio social o de denuncia, aunque hubo épocas en que era sólo un ejercicio poético y plástico.
Declaró: “Creo que si ya hay oportunidad de ir a las salas de exhibición comercial y el público interesado empieza a crecer, hay que intentar que no sean documentales que resulten aburridos, que tengan buena calidad visual y que narrativamente atraigan público”.
“Los canales de televisión pasan documentales que conservan un cliché de comunicación, pero son interesantes, por entretenimiento nos quedamos a verlos, entonces hay que competir con eso, creo que los documentalistas deben revisar algunos de los grandes paradigmas que ha constituido el cine documental mundial”, dijo el investigador.
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