México, D.F.-
El pleno de la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad -con 434 votos- reformas a la Ley de Migración para garantizar el respeto a los derechos humanos y protección a los menores migrantes que viajan solos.
El dictamen que reforma y adiciona el artículo 112 de ese ordenamiento, precisa la manera en cómo se debe tratar a los niños, niñas y adolescentes migrantes, cuyo documento fue devuelto al Senado para los efectos constitucionales correspondientes.
“Cuando alguna niña, niño o adolescente migrante no acompañado, sea puesto a disposición del Instituto (Nacional de Migración) quedará bajo la responsabilidad y se deberá garantizar el respeto a sus derechos humanos”, señala dicho artículo.
Para ello, el Instituto Nacional de Migración (INM) deberá sujetarse a canalizar de manera inmediata a la niña, niño o adolescente migrante no acompañado a los Sistemas Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, Estatales DIF y del Distrito Federal.
Esta medida tiene como objetivo privilegiar su estancia en lugares donde se les proporcione la atención adecuada, mientras se resuelve su situación migratoria y dará aviso al consulado de su país.
Indica que cuando por alguna circunstancia excepcional ese sector de la población llegue a ser alojado en una estación migratoria, se les deberá asignar un espacio específico para su estadía distinto al del alojamiento de los adultos, hasta que sean trasladados a las instalaciones del DIF correspondientes.
“La autoridad deberá respetar en todo momento los derechos de los niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados previstos en el presente ordenamiento y la legislación aplicables, dándose aviso inmediato a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y a las comisiones estatales de derechos humanos”, puntualiza.
Asimismo, deberá dar aviso al Comité Estatal del Sistema Nacional de Seguimiento y Vigilancia de la Aplicación de los Derechos del Niño en la entidad que corresponda, a efecto de que coadyuven en la garantía y protección de sus derechos.
Al argumentar el dictamen, la presidenta de la Comisión de Migración, la perredista Amalia García Medina, indicó que esta instancia legislativa realizó un estudio sobre el tratamiento que debe darse a los niños, las niñas y adolescentes migrantes.
También se analizaron los derechos humanos consagrados en la Constitución y en Tratados internacionales, y de los cuales México es signatario.
Señaló que la población de emigrantes mexicanos supera los 30 millones de personas, dato que considera también aquellos que tienen ascendencia mexicana; y que la migración voluntaria de retorno fluctúa entre 200 a 300 mil eventos al año.
Mientras que se reportan al año casi 500 mil detenidos y repatriados por las autoridades migratorias estadounidenses, entre las que se cuentan miles de niñas, niños y adolescentes que emigran solos.
Explicó que este fenómeno da cuenta de su gravedad en un informe de la Secretaría de Relaciones Exteriores, que destaca que en el primer semestre de 2011, ocho mil 340 niños y jóvenes fueron detenidos y repatriados de Estados Unidos, de los cuales, 83 por ciento fueron hombres y el resto mujeres.
La legisladora lamentó que estos menores no cuentan con una protección efectiva de sus derechos en el marco de la legislación vigente, a pesar de que México es parte de la Convención sobre los Derechos del Niño.
Por ello, dijo, esta reforma se convierte en un elemento de gran importancia para avanzar en la coordinación de los esfuerzos entre los diferentes órdenes de gobierno para los menores migrantes sin compañía de adultos, en relación a los compromisos internacionales signados por México y los propósitos de la propia Ley de Migración.
Puntualizó que se debe resaltar que el objetivo es, entre otros, que el Sistema Nacional del DIF no sólo coordine y coadyuve sino que garantice el bienestar y protección del menor, y es importante que se tomen en cuenta las causas de la migración infantil.
“Es de la mayor importancia que se tomen en cuenta las causas de la migración, pues no se le puede dar el mismo tratamiento a quienes migran por razones diferentes. No es lo mismo el niño, niña o adolescente que migra en busca de su familia, que el que huye de una situación de violencia ya sea intrafamiliar o social”, concluyó.
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