Ciudad el Vaticano.-
A unas horas para que arranque el cónclave, en donde 115 cardenales elegirán al sucesor de Benedicto XVI, el preferido de los italianos y de las quinielas es el arzobispo de Milán, Angelo Scola, quien se ha comprometido a limpiar la Curia Vaticana.
Scola, de 71 años de edad, es la mejor opción entre los 28 cardenales electores italianos, de acuerdo a expertos, para que el papado regrese a manos de Italia, luego de que dos pontificados fueran encabezados por un polaco y un alemán.
Pese a la “marcada división” entre cardenales italianos, ante los sonados problemas políticos, económicos y sociales recientes en el Vaticano, Angelo Scola, es favorito tanto de los cardenales como fieles italianos; según un breve sondeo, los romanos, confiesan preferir un papa originario de ese país.
Scola, ex patriarca de Venecia, fue el menor de dos hermanos y su padre era socialista por convicción. Tras realizar estudios en filosofía en la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán, estudio teología y se doctoró en la Universidad de Friburgo.
Fue rector en esa casa de estudios, formó parte del comité ejecutivo de la edición italiana de la revista teológica Communio, una publicación fundada por Joseph Ratzinger, además de colaborar para la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Consagrado obispo de Grosseto en 1991, en 2002 fue nombrado patriarca de Venecia y el Papa Juan Pablo II, lo elevó a cardenal en el consistorio del 28 de septiembre de 2003. Benedicto XVI lo designó arzobispo de Milán (diócesis más influyente de Italia) en 2011.
Es miembro del Consejo post-sinodal de la XI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, de la Congregación para el Clero y de los Pontificios Consejos para la Familia y para los Laicos, ambos en El Vaticano.
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