México, D.F.-
La organización Human Rights Watch (HRW) sostuvo que la presidencia de Hugo Chávez dejó un legado autoritario, pues su gobierno fue indiferente al respeto a los derechos humanos, rechazó el escrutinio internacional en la materia y entre los sectores que fueron “blanco” de la represión están los periodistas y medios de comunicación.
Ante el deceso del mandatario venezolano, HRW difundió un texto que tituló “Venezuela: El legado autoritario de Chávez”, en el que expuso que su presidencia (1999-2013) “estuvo marcada por una alarmante concentración de poder e indiferencia absoluta por las garantías básicas de derechos humanos”.
Entre los episodios de su régimen, la organización destacó que Chávez y sus partidarios desplegaron una estrategia de concentración de poder. “Tomaron el control del Tribunal Supremo de Justicia y debilitaron la capacidad de periodistas, defensores de derechos humanos y otros venezolanos de ejercer sus derechos fundamentales”.
Indicó que al inicio de su segunda presidencial, “la concentración de poder y la erosión de garantías de derechos humanos permitieron que el gobierno gozara de plena discrecionalidad para intimidar, censurar y perseguir judicialmente a venezolanos que criticaban al presidente o se oponían a su agenda política”.
“En los últimos años, el presidente y sus partidarios han empleado estas facultades en una gran variedad de casos resonantes, que han repercutido negativamente en amplios sectores de la sociedad venezolana”.
Para HRW “durante la presidencia de Chávez, el gobierno incrementó radicalmente su capacidad de controlar el contenido de los medios de radio, televisión y prensa del país”.
“Sancionó leyes que ampliaron y endurecieron las penas previstas para quienes emitan declaraciones que ofendan a funcionarios públicos, prohíben la difusión de mensajes que “fomenten la zozobra en la ciudadanía” y permiten que el gobierno suspenda arbitrariamente canales de televisión, estaciones de radio y sitios web”.
En este balance la organización destacó que “además de neutralizar al poder judicial como garante de derechos, el gobierno de Chávez manifestó su repudio al sistema interamericano de protección de los derechos humanos, eludió cumplir sentencias vinculantes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos e impidió que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos efectuara una visita in loco de los problemas de derechos humanos en el país”.
Durante su presidencia el gobierno también procuró desacreditar a defensores de derechos humanos acusándolos de recibir apoyo del gobierno estadounidense para desestabilizar la democracia venezolana, y en 2010 el Tribunal Supremo determinó que las personas u organizaciones que reciban financiamiento del exterior podrían ser juzgadas por “traición a la patria”, acotó.
Discussion about this post