Desgraciadamente en México todos los temas de importancia para la Nación terminan politizándose.
Lo malo de esta desagradable práctica es que cuando sucede, las soluciones que se toman responden únicamente a la idea de intentar “quedar bien”, por lo que no se resuelve el problema de fondo.
Que nadie se engañe, cuando un político ataca o defiende una idea, no lo hace buscando el bien común, sino intentando sacar algo de provecho para él, sus grupos o sus intereses.
Hace un par de días el PRI aprobó una modificación a sus estatutos con la que ahora están abiertos a la inversión privada en Petróleos Mexicanos.
De inmediato todos los anti priistas de este país se rasgaron las vestiduras, llamaron a gritos al espíritu de Lázaro Cárdenas y convocaron a lo que llaman “la gran defensa de la riqueza petrolera mexicana”.
Lo chistoso de esta faramalla es que pareciera que estas personas no saben que desde hace años Pemex está abierto a la inversión privada, y uno de los ejemplos más claros lo tenemos aquí, en Tamaulipas.
Por si estos nacionalistas no se habían dado cuenta, la explotación de la Cuenca de Burgos no está exclusivamente en manos de Pemex, cuenta con la participación de decenas de empresas nacionales y extranjeras.
Estas compañías han traído sus equipos y experiencia para sacar el gas que seguiría en el subsuelo si no hubieran llegado, pues Pemex no cuenta con los recursos para hacerlo.
Basta darse una vuelta por los pozos de gas en la región, para darnos cuenta que argentinos, venezolanos, brasileños, alemanes, norteamericanos, coreanos y personas de otras nacionalidades, están explotando los recursos naturales del país.
¿Y qué decir de los trabajos de explotación en los mares ultra profundos del Golfo de México?
Ahí hay dos plataformas en donde la enorme mayoría de su tripulación está compuesta por extranjeros que laboran para empresas privadas. De hecho en la Bicentenario (con capacidad para más de 180 personas), sólo hay dos representantes de Pemex.
Si la intención de los nacionalistas era defender a la damisela en peligro llamada Pemex de los horrores de la llegada de capital extranjero, llegaron muy tarde a la película.
Lo malo es que seguramente esto ya lo sabían y si siguen gritando es porque así les conviene, de lo contrario se quedarían sin moneda de cambio para sus enjuagues y arreglos por debajo de la mesa.
Que nadie se asuste porque el PRI ahora apoya estatutariamente la apertura de Pemex al capital privado, sólo están reconociendo públicamente algo que ya existía hace muchos años.
Ahora que eso del IVA a los alimentos y medicinas sí es otra cosa. De hecho es una mentada de madre.
diasdecombate@hotmail.com
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