Este día, mientras repasaba las versiones digitales de los periódicos, me encontré con una nota que me llamó la atención.
Les adelanto que la información a la que me refiero no tiene nada que ver con política, problemas sociales o la violencia que se vive en el país. Se refiere ?-parafraseando al escritor y ex seleccionado argentino, Jorge Valdano-, al futbol, “lo más importante entre las cosas menos importantes”.
De entrada tengo que declararme como un fanático de regular intensidad del juego. Lo he practicado (muy penosamente por cierto) en algunas ocasiones, y aunque no me he tatuado el escudo de mi equipo (el Santos Laguna) en el pecho, mi esposa puede dar cuenta de mis exabruptos cada vez que un delantero falla ante una portería abierta.
Muchas personas podrían considerar a este deporte como un tema menor, pero basta ver el comportamiento de los portales de Internet (el de Hora Cero, por ejemplo), para darnos cuenta que la nota del resultado de un partido cualquiera, derrota por goliza (en veces leída) a la que habla, por ejemplo, de la identidad de los candidatos en las próximas elecciones o la más reciente declaración de un alcalde.
Con eso en mente regreso a mi punto original: una declaración de quien quizás es el mejor jugador que haya pisado una cancha de futbol en la historia: Diego Armando Maradona.
“El Pelusa” está de regreso en Italia para arreglar unos problemas fiscales y tras su llegada arremetió contra dos rivales en su carrera; uno nuevo y otro antiguo.
De Lionel Messi, a quien muchos lo ven con los tamaños para ser el próximo dios del balompié, dijo: “es buenísimo, pero yo creo que sigo siendo el mejor de todos”; mientras que de Pele -su eterno némesis-, aseguró: “jugaba contra futbolistas que no se movían”.
Me encanta la polémica en este juego. En pocas ocasiones he estado en discusiones tan ricas e intensas como las que se dan por un resultado, una decisión arbitral, o quien es o ha sido el mejor en las canchas.
Tengo que decir que en muy pocas ocasiones he presenciado tanta vehemencia cuando se habla de política.
Las palabras de Maradona han incendiado las mentes de los que siguen este deporte (y de los que no también), quienes esgrimen todo tipo de argumentos para rebatir o confirmar los dichos del más grande Diez que haya portado la casaca albiceleste.
Seguramente en las tardes de los próximos días, el tema entre los amigos de las mesas de café, las bancas de los parques y las carnes asadas, será discutir quién ha sido el mejor jugador de futbol en la historia.
Estoy seguro que esas conversaciones serán mucho más divertidas que la reforma educativa, quién va a ser el próximo alcalde, o el IVA en alimentos o medicinas.
Es cierto, hablar de futbol no va a resolver los muchos problemas que tiene el país… sin embargo, ¿preocuparnos por el gobierno sí lo ha hecho?
El balompié, a diferencia de la política, es una actividad en la que todos podemos participar y, hasta ahora, no ha sido secuestrada por una clase privilegiada que sólo ve por sus intereses.
Y los dejo, porque ya va a empezar el Madrid-Barcelona.
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