Durante las administraciones de Vicente Fox y Felipe Calderón el Estado Mexicano, dice un artículo del portal Animal Político, había objetado el artículo 4 del Protocolo Facultativo de la Convención de los Derechos del Niño, relativo a la participación de niños en conflictos armados emitido por la Organización de las Naciones Unidas, ONU.
De acuerdo al artículo, México desde fines del sexenio de Ernesto Zedillo había objetado el artículo mencionado, por lo que implicaba la responsabilidad del Estado Mexicano en el enrolamiento de menores mexicanos en fuerzas del orden que no pertenecieran al Estado Mexicano.
Con una resolución emitida por el Senado a principios de febrero se eliminó esa objeción.
El tema es más que relevante dada la gran cantidad de menores de edad que están participando como miembros de grupos delincuenciales.
Y pese a que el Comité de los Derechos del Niño había reprendido a México por no difundir el protocolo y además, había permitido el enrolamiento de menores en las bandas del crimen organizado, dada la nula coordinación de las dependencias que están obligadas a proteger a los niños, el gobierno federal mantuvo una política de negar la presencia de menores en incidentes armados y de violencia.
Hoy es imposible no darse cuenta de que jóvenes menores de 18 años están participando activamente en los grupos que mantienen un conflicto armado frente a las fuerzas del gobierno.
El reconocimiento de este fenómeno que no existía prácticamente en México hace 15 años, obliga también a considerar a los niños sicarios como víctimas de la violencia y la falta de oportunidades.
De esa manera ellos también deben acogerse a lo que marca la Ley de Víctimas puesta en marcha por el actual gobierno federal.
La deuda que se tiene con los menores de 18 años se remonta a generaciones atrás, donde familias completas han visto reducidas sus posibilidades de desarrollo durante años y años.
El nulo acceso a la educación es también un tipo de violencia ejercida contra los menores que, acorralados por las condiciones de pobreza, han buscado en los grupos de la delincuencia organizada una vía de escape a ésta.
Sin duda restañar las heridas que ha dejado la estrategia contra la delincuencia organizada tendría que tener en los niños el principal objetivo.
De otra manera, estamos ante un fenómeno que cobrará tarde o temprano a la sociedad mexicana la omisión del gobierno para resolver esta problemática.
EN CABALLO DE LA HACIENDA
Por si existía alguna duda: La resolución del Instituto Electoral de Tamaulipas de sobreseer las denuncias presentadas contra Carlos Cantú Rosas Villarreal por actos anticipados de campaña, muestra hacia dónde se encamina Nuevo Laredo en las elecciones del 7 de julio.
Su tocayo, el priista Carlos Saeb ha de estar más que preocupado por esta decisión del IETAM; viene una campaña muy reñida en esa frontera.
LA FRASE
Dijo un militar que participó en un combate contra delincuentes en un sector populoso de Reynosa: “entre los muertos había un niño de doce años”.
Esas frases inimaginables en México, hoy se volvieron tema común.
Los niños sicarios es una de las vergüenzas con las que carga este país y cargará por siempre.
Correo electrónico: derrotero@hotmail.com
Twitter: @derrotero_mx
Discussion about this post