Tlajomulco, Jal.-
En la Arena VFG, su propia casa, y ante miles de seguidores, el cantante Vicente Fernández ofreció un emotivo concierto de despedida, mismo que arrancó diciendo que la vida le daba la oportunidad de decir otra vez su frase: “Mientras usted no deje de aplaudir, su Chente no deja de cantar”.
El jefe de la dinastía Fernández empezó su maratónico concierto con el agradecimiento por todas las oraciones que la gente hizo para que él recuperara la salud. “Gracias por hacer tantas oraciones para que yo estuviera frente a ustedes de nuevo”, dijo el “Charro de Huentitán”.
En el primero de los dos conciertos que tendrá en la Arena VFG, el cantante entonó los éxitos que le han dado fama internacional y aprovechó para saludar a seguidores extranjeros presentes en la inolvidable velada para decir adiós a los escenarios.
Luego de las primeras canciones, Vicente Fernández tomó un vaso con agua y brindó. “Aunque sea con agua, salud”, dijo sonriendo, como recordando que en sus conciertos era común que agarrara la botella de tequila para darle tragos.
Vestido de charro de manera impecable, Chente entonó una y otra canción sin parar, mientras que el público no perdía detalle y disfrutaba a lo grande cada uno de los temas del intérprete de la música mexicana.
“El Charro de Huentitán” pedía “gritos” entre una canción y otra, siempre sonriente y feliz de recibir todo el cariño que el público le daba en esta nostálgica velada para despedirlo, tras más de 46 años de carrera artística y como el primer concierto resaltando su potente voz.
Sin tomar respiro cantó decenas de temas teniendo como coro masivo a todos los presentes, entre ellos una persona de la primera fila que le entregó un óleo con su rostro. “Gracias, lo voy a tener en la casa tuya como algo muy especial”, le dijo.
El ídolo mexicano seguía interpretando los temas que lo convirtieron en icono de la música ranchera como “Estos celos”, “Cruz de olvido”, “De un rancho a otro”, “De qué manera te olvido”, “Mujeres divinas”, “Las llaves de mi alma”, “Lástima que seas ajena”, “Nos estorbó la ropa” y “Me voy a quitar de en medio”, entre muchos otros temas.
De manera sorpresiva el jalisciense recordó que tenía dos meses y medio de haber sido operado, pero “si no me jalonean me voy a otro escenario para estar cerca de ustedes”, dijo el cantante mientras la gente en respuesta gritaba “Chente, Chente, Chente, Chente!”.
Le siguieron “El hijo del pueblo” y “Millones de gracias”, momento que aprovechó para agradecer todo lo que la vida le ha dado y recordar que siempre ha pensado que “hay dos clases de gente, los ricos muy pobres y los pobres muy ricos”.
“El dinero gracias a Dios y a todos ustedes, hasta este buey ignorante ha logrado tenerlo, pero hay una cosa que no se compra ni con todo el dinero del mundo y ustedes siempre me lo han regalado y eso es lo único que me gustaría llevarme a la tumba el día que Dios me llame y es su cariño, respeto y sus aplausos”, manifestó.
En previa y breve entrevista, Chente comentó que todavía le faltan ocho ciudades para sus conciertos y señaló que para la despedida definitiva existía la posibilidad de que fuera en el Estadio Azteca o en el Zócalo de la Ciudad de México.
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