Quito, Ecu.-
El presidente ecuatoriano Rafael Correa se juega hoy su reelección y, salvo alguna sorpresa, la conseguirá y se mantendrá en el poder hasta el 2017.
Están convocados a las urnas 11.6 millones de ecuatorianos que elegirán entre ocho presidentes, pero también escogerán a 137 asambleístas y cinco diputados para el Parlamento.
Según un sondeo de la empresa Market, difundido ayer, Correa obtendría 64.1% de votos. En un lejano segundo lugar se ubica el ex banquero Guillermo Lasso, con 16.4% de intención de voto. Para evitar una segunda vuelta, Correa necesita más del 50% de los votos o el 40%, si la ventaja respecto al segundo lugar supera los 10 puntos porcentuales.
Otra encuesta, CMS, otorga a Correa 68.1% de intención de voto.
Las casillas electorales, que serán vigiladas por unos 320 observadores internacionales, incluyendo de la Organización de Estados Americanos (OEA), abrirán a las siete de la mañana, y cerrarán 10 horas después.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) autorizó que firmas especializadas difundan en los medios resultados a boca de urna. Los resultados oficiales emitidos por el CNE se difundirán desde las 19:00, hora local.
Un total de 39 mil 400 militares y 36 mil 767 policías fueron apostados en las 24 provincias del país para garantizar el normal desarrollo de la jornada. Desde el viernes rige en Ecuador la “ley seca”, que prohíbe la venta y el consumo de alcohol. La medida regirá hasta las 05:00 horas locales de mañana, lunes.
Una derrota de Correa parece imposible: el presidente se enfrenta a una oposición dividida, y su gobierno, estos últimos seis años, ha sido lo más parecido a un vendaval, arrasando las diezmadas estructuras políticas del país, transformando la economía, crispando los ánimos hasta el extremo.
Correa y se acostumbró a gobernar sin consultar con nadie, con una prensa y los periodistas atenazados. Y los candidatos opositores, que incluyen a dos ex presidentes —Lucio Gutiérrez (considerado tercero en encuestas) y Álvaro Noboa— “poco y nada han hecho para intentar terminar con Correa presidente”, según señaló el analista político Adrián Bonilla, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
“Aquí el gobierno no dialoga, impone. Acumuló el poder suficiente para creer que si la oposición gana una curul más en el Congreso es que ‘se nos infiltran’, asegura a su vez el analista Simón Pachano a EL UNIVERSAL. En estos comicios, consideró Pachano, el dato singular sería “ver cómo se expresa la polarización”, otra creación genuina de Correa.
Con todo, Correa ha sido también el gran responsable de la transformación económica del país, donde los altos precios del petróleo y la fuerte intervención del Estado, apoyado por un incremento de la carga tributaria —que ronda el 21% de los ingresos y que según la CEPAL es la cuarta más alta en América Latina—, le permitieron contar con recursos para destinar a mejorar todos los índices sociales, desde el de pobreza que pasó del 25.5% en 2009 al 6% en el 2012, y la desocupación, que hoy se ubica en 5%, en comparación con el 14% de 2006.
En los últimos cinco años, la economía creció un promedio del 6%, con el sector público como principal actor, y “en detrimento del sector privado, que ve amenazadas sus inversiones por las falta de reglas claras y con una merma de las exportaciones”, asegura el economista Walter Spurrier, para quien “hay síntomas de agotamiento de ese modelo”. Los pronósticos para el 2013 son de un paupérrimo crecimiento del PIB, que según el gobierno será del 3%.
En el mismo sentido, el economista Jaime Carrera, del Observatorio de Política Fiscal, señaló que el gasto público “se incrementó del 25 al 50% del PIB en estos años”.
Generación de infraestructura, un servicio social para los trabajadores de su gobierno son algunas de las conquistas en las que se sustenta el liderazgo de Correa, cuyo carisma reconocen incluso sus detractores. Hoy se verá si ello le basta para mantenerse en el poder. (Con información de agencias)
Discussion about this post