El ejemplo de Guerrero empieza a expandirse. Ahora son grupos civiles de Jalisco y Oaxaca que están optando por esta solución para enfrentar la ola delictiva y la violencia generada por la delincuencia organizada, que se supone es combatida por las fuerzas armadas.
Lo interesante de este fenómeno es que son las autoridades constituidas las que están alentando a los civiles para formar grupos que contrarresten la ola de criminalidad ante la ineficacia de las policías, militares y marinos para disminuir el índice delictivo.
Los indígenas nahuas de la sierra de Manatlán en Jalisco, exigieron que las autoridades actúen y dijeron que respaldan una policía comunitaria, sólo si sus miembros disponen de armas, según establece una nota del periódico El Universal.
Esa policía comunitaria es apoyada por el diputado local Clemente Castañeda.
En el municipio de Santos Reyes Nopala, en Oaxaca, sus habitantes denunciaron los abusos que cometen las fuerzas del orden.
En este municipio oaxaqueño el movimiento contra el ejército y la policía estatal es encabezado por el propio alcalde Fredy Gil Pineda Goopar.
Ante eso, el gobernador de Oaxaca le pidió al edil que disolviera el movimiento.
“En un comunicado, el gobernador Gabino Cué se dirigió a Pineda para que termine con “la incorporación no certificada de población civil para actividades de seguridad pública”, dice la nota de El Universal.
Y en Juchitán, indígenas zapotecos crearon una policía comunitaria contra la instalación de un parque eólico.
En el norte del país, en Gómez Palacio, Durango, la alcaldesa Rocío Rebollo había declarado al periódico El País el desamparo en que se encuentra porque le retiraron toda la policía, a los pocos días su casa fue tiroteada.
“Estoy muy triste, nunca pensé vivir una situación como ésta. Nunca me informaron de que iban a venir a detenerlos ni me pidieron opinión. Me han dejado sola, completamente sola”, declaró la alcaldesa.
Ante el crecimiento de la ola delictiva, la solución que parecen vislumbrar los ciudadanos es armarse y constituirse en grupos civiles que enfrenten la situación.
Este fenómeno debería tener ocupadas a las autoridades federales que tomaron las riendas del país en diciembre.
Pero no se ve ninguna acción concreta para, por un lado, terminar con la violencia y por otro, llegar a acuerdos con las comunidades descontentas con la inseguridad que crece día a día.
Al paso que va este tema, los estados del norte del país también podrían optar por constituir grupos de civiles armados como lo están haciendo los habitantes del sur.
Los grupos de autodefensa parecieran la solución más viable a una problemática que pareciera se le salió de las manos al gobierno de Enrique Peña Nieto.
QUE COMA
“El gobernador Manuel Velasco Coello sufrió un “leve” desmayo, cuando inauguraba el programa de alfabetización, “El buen juez por su casa inicia”, reportaron autoridades locales”, dicen notas periodísticas.
El mandatario de apenas 32 años parece que empieza a sentirse rebasado por la responsabilidad de dirigir un estado tan problemático como Chiapas.
Pues tal vez éste sea uno de los políticos que deberían seguir el ejemplo del Papa Benedicto y mejor que se vaya de vacaciones con su novia, mientras logra la madurez suficiente para enfrentar su responsabilidad como gobernador.
Correo electrónico: derrotero@hotmail.com
Twitter: @derrotero_mx
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