Culpan al IFE por problemas en casillas

Reynosa, Tamps. / julio 5.-
Desde que dio inicio la jornada electoral de este 5 de julio, el retraso en la apertura de los comicios, producto de la ausencia de funcionarios de casilla, generó descontento entre la población.
Los primeros en acudir a emitir su voto fueron los trabajadores de la industria maquiladora, que antes de acudir a cubrir su turno, se enfilaron a cumplir con la patria.
En una de las tres casillas instaladas en el Instituto Politécnico Nacional, faltaban los dos escrutadores, por lo tanto la apertura de la casilla sufrió un retraso de dos horas, el presidente de la misma, comentó que se hizo una invitación a los ciudadanos para que participaran como voluntarios, sin embargo, nadie estaba dispuesto a quedarse durante todo el día.
En la colonia Lomas de Valle Alto, la gente esperaba la apertura de la casilla básica de la sección 1784, quejándose de la tardanza de los funcionarios y cuestionando la capacitación que recibieron por parte del IFE.
Gritaron consignas a los funcionarios de casilla, en las que decían: “por qué no han contado el total de las boletas; se supone que recibieron un curso y que les pagan; estoy aquí desde las seis de la mañana; qué no se supone que deben de tratarnos con amabilidad”.
En la secundaria “José de Escandón”, Blas Flores, quien acudió muy temprano, para acreditarse como suplente, se disponía a firmar el acta, cuando el presidente de casilla le comunicó que de los cinco funcionarios necesarios para operar la votación, solamente se encontraban dos, por lo cual era necesario que se quedara a fungir como titular.
Flores, quien este día cumple años, tuvo que cambiar sus planes y cumplir con México, afirmó su esposa, Nora de Flores.
Con desagradó, señaló al Instituto Federal Electoral como principal responsable del mal funcionamiento de las casillas, debido a los métodos de selección que se usan para designar a los funcionarios, sin dejar de mencionar la irresponsabilidad de los ciudadanos que sin más, abandonaron el encargo.
La inconforme, explicó que además de tener que festejar su cumpleaños otro día, su esposo tuvo que solicitar permiso en su trabajo el día que acudió al curso de capacitación y concluyó: “no es justo que el IFE invierta recursos y tiempo en personas irresponsables que a la mera hora ni siquiera se presentan”.