Desde antes de que terminara la temporada regular, Tigres femenil dejó de verse como el equipo más poderoso de la liga BBVA MX, aún y cuando terminaron como líderes del torneo, con la co-campeona de goleo y con la mejor defensiva.
Si, los números de las amazonas son consistentes con el rendimiento histórico del club, y la calidad del equipo le ha bastado para terminar en el primer lugar. Sin embargo, hay que reconocer que lamentablemente la liga sigue siendo de solo cinco verdaderas contendientes: Tigres, América, Rayadas, Chivas y Pachuca. Esos son los partidos de exigencia para las felinas en la temporada, y en esta se perdió el clásico, se empató con Chivas de visita y se le ganó a las águilas y a unas tuzas incompletas.
La llegada de Milagros Martínez a la dirección técnica ha mantenido, en el papel, el nivel de competitividad de Tigres femenil, pero de a poco se ha visto un equipo menos contundente y con variantes limitadas -y no necesariamente revulsivas- a la hora de hacer cambios. Por primera ocasión en su historia este tigres femenil parece más vulnerable.
Se ha hablado de que, como en cualquier equipo profesional, existen jerarquías dentro del vestidor, y que esas jerarquías han sido más freno que impulso para las amazonas al combinarse con la forma de administrar al equipo y la estrategia de Martínez.
Además, hay contrataciones que simplemente no han encajado y hay otras a las que, desde afuera, parece que no se les ha dado la oportunidad suficiente de que exploten su talento en la cancha de acuerdo a lo que esperaba y a la carrera que las llevó al volcán universitario.
América arrancó la liguilla con un martillazo de autoridad al avasallar a Pachuca y Chivas avanzó en la eliminatoria cómodamente dejando a Toluca en el camino. La lógica deportiva indicaría que las semifinales serían dos clásicos: el tradicional entre Chivas y Águilas, y el nacional femenil entre amazonas y rayadas.
Una vez superadas las pumas, a Milagros Martínez le tocará exorcizar sus demonios para ganarle por primera vez a Eva Espejo si es que quiere llegar a la final y aspirar a levantar, por méritos propios, la sexta copa en la historia de las Amazonas.
Si se queda en el camino, se ve difícil que Martínez y de tres a cuatro jugadoras regresen.
De Rebote
Por muchos años, el arquitecto Héctor Benavides formó parte del equipo de softbol de la Asociación de Cronistas de Beisbol y Softbol que dirigía el legendario Facundo Arellano (qepd), cronista para la editora El Sol.
Por allá por mediados de los 90´s formé parte del equipo de cronistas, y de cuando en cuando el arquitecto Benavides nos sorprendía con su presencia en alguno de los partidos amistosos que Facundo concretaba cada sábado en la zona metropolitana de Monterrey.
Para quienes nos invitaban a jugar, la posibilidad de convivir de cerca con personalidades del beisbol regiomontano era emotiva. Además de Benavides y Arellano, en el equipo también jugaba con regularidad el gran Felipe “Clipper” Montemayor -que todavía conservaba gran poder en las muñecas- y en ese entonces nuevos talentos como el narrador Alejandro Campos y el sonorense Francisco “Paco” Peña, uno de los mejores periodistas especializados en beisbol en Monterrey.
Para los que como yo apenas comenzábamos en el periodismo deportivo, la presencia del arquitecto no siempre caía bien porque nos desplazaba del lineup titular.
Con el tiempo, además de reconocer que Benavides bateaba mejor que yo, entendí quien era, quien es y quien será para el periodismo y la cultura popular regiomontana el conductor de noticias más longevo en la historia de la televisión.
Horacio Nájera es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la UANL y maestrías en las Universidades de Toronto y York. Acumula 30 años de experiencia en periodismo y ha sido premiado en Estados Unidos y Canadá.