“Con una pequeña ayuda de mis amigos”, cantaba aquel tipo de voz rasposa llamado Joe Cocker en los años maravillosos de los 70… así los Tigres de la UANL pudieron sacar el triunfo la noche del sábado en el Universitario frente al equipo de Mazatlán…
No se sabe si en venganza porque el dueño de los sinaloenses llamó ratas a los árbitros o porque el silbante -el peor de todos los que pitan en Primera-, apostó en el Casino a más de cinco amarillas, (antes del descanso creo que ya llevaba 6) pero al final el afectado fue el visitante y el beneficiado, Tigres.
Dos goles muy bien hechos, mediante un disparo de Chuy Garza que le está comiendo el mandado al lento de Angulo y el otro con un riflazo de Gorri que lo puso lejos del alcance de Hugo Gonzalez.
Hay mucha raza que no se explica a qué juega Lainez, pero a él lo meten porque lo meten; cuando se cansa de andar corriendo de un lado para otro y fingiendo faltas, meten a Antuna y entre los dos no se hace uno. Pero deben ponerlos para justificar la compra millonaria y nunca te van a admitir que se equivocaron. Jamás.
Lainez y Joaquín debieron irse con roja, pero el juez decidió perdonárselas, como también Le perdonó al ex Tigre Jair Díaz la segunda amarilla, tras empujar a Córdoba al borde del área.
Pero Tigres se ve bien, con buen ritmo, aunque el duelo ante los mazatecos en la primera parte fue infame, pudieron apretar en el complemento y sacar los goles para ganar su segundo partido en fila.
No se sabe si valga la pena que la fanaticada de Tigres se ilusione, porque ya ve usted que acá en esta Liga escogen a los campeones desde antes de iniciado el torneo.
El otro equipo, Monterey sigue sufriendo para ganar.
Sufre porque quiere…
La inteligencia deportiva no les alcanza para encontrar la solución a un problema que no saben cuál es..
Si no saben cuál es la bronca, menos sabrán cuál es la solución.
Si el piloto no sirve… no le eches la culpa al auto.
Los que están adentro corren y van y vienen y tocan y chocan y meten y se la parten, pero no les pidas jugar futbol en serio.
Si tu centro delantero ante los Diablos tuvo una pelota de gol. Una… solo una. Tira suave, perdiendo un tiempo para acomodarse y le rebotan el disparo. Y fue todo. Si la ofensiva consiste en tres tiros de Canales a puerta; uno de ellos al palo y el otro en un pase a la red para el 1-1 y una asistencia que deja escapar Torres y rebota en la zaga; un cabezazo por alto de Rodríguez y se acabó.
Ni Deossa, ni Corona, ni Fimbres, De la Rosa, Alvarado, ni Torres, Arteaga, o Chávez, o el mismo Berte te generan algo.
Pueden siquiera culpar a los jugadores o al que los trajo… a ellos y al entrenador.
PROBLEMAS LEGALES
Que recordemos, dos directivos de fútbol que pisaron la cárcel antes que Guillermo Álvarez Cuevas (es el mismo Guillermo ‘N’ que detuvieron, pero ssshhhh, no le digan nadie) fueron: Jorge Lankenau Rocha y un argentino de nombre Carlos Ahumada.
Sin embargo, esos dos casos fueron por un asunto extra futbol. El primero, por estafar a sus amigos con inversiones financieras que escondió en paraísos fiscales y el otro por engatusar y enamorar a Rosario Robles para llegar a René Bejarano, cercano a López Obrador, sobornarlo, grabar la entrega de dinero y golpear al entonces jefe de gobierno de CDMX y aspirante a la presidencia.
Pero ahora, a Billy sí lo pescaron, pero por las movidas que hizo en Cruz Azul.
El que está temblando es alguien más, porque Billy está a punto de cantar cuanto recibió de soborno por vender sus favores a un equipo cuyo dueño lo está investigando -por otra cosa- el FBI…
Y otro que traen entre ojos es a Cuauhtémoc Blanco.
AMLO lo protegió seis años… pero ya se le acabó el crédito…
El iletrado Cuau, tiene inmunidad como diputado federal, pero también existe la figura de desafuero para que explique dónde quedaron esos 500 MDP que afirma la investigación que desviaron él y siete exfuncionarios más que están investigando.
A ver si es cierto…