El 2024 es el año en que nuestro país saldrá a las urnas para depositar su voto y elegir al nuevo mandatario presidencial que ocupará la silla grande a partir del primer minuto del primero de octubre. Sin embargo, en la lucha libre hay cambios de poder sin la necesidad de que se emita un sufragio.
En estos tres meses (diciembre-febrero), cuatro empresas importantes de lucha libre han cambiado a su presidente por una u otra razón, y uno espera que dichos cambios sean para bien no solo para la compañía, sino para el disfrute de los fanáticos.
Hiroshi Tanahashi, el nuevo presidente de New Japan Pro Wrestling
Cuando uno habla sobre este luchador, el primer pensamiento es que es uno de los mejores que ha pisado un cuadrilátero, no por nada ha ganado múltiples campeonatos en la empresa del león japonés.
A mediados de diciembre de 2023 pasó de ser una de las caras de NJPW en el cuadrilátero al escritorio tras ser nombrado el nuevo presidente de la empresa en lugar de Takami Ohbari.
Tanahashi tendrá las mismas funciones que su similar de WWE, Triple H; en un principio le será complicado combinar el cuadrilátero con la oficina, pero con el paso de tiempo y la experiencia que adquiera, podrá realizar un buen trabajo en pro de la empresa y sus fanáticos.
Vince McMahon, fuera de WWE y TKO
Este es el punto que la mayoría quería saber (y desde aquí inician los cambios controversiales), si bien en una entrega anterior recordamos como el karma está haciendo de las suyas contra McMahon, a finales de enero le llegó el peor de los males al hombre que una vez fue el rey del monopolio luchístico en Estados Unidos, y todo por sus acciones fuera de WWE.
Una demanda no solo de acoso sexual por parte de Janel Grant, sino también de tráfico sexual, obligó a McMahon a renunciar a su puesto como director ejecutivo de WWE, luego de que varios patrocinadores de la empresa amenazaron con irse si este continuaba en la misma.
Hasta este momento, McMahon se ha llevado entre las patas a Brock Lesnar -quien también es acusado de cómplice de tráfico sexual-, y además, salieron a la luz las declaraciones de la fallecida Ashley Massaro y Jackie Gayda (ex luchadoras de WWE), quienes revelaron que McMahon las acosaba con tal de ganar relevancia en sus carreras.
La peor parte fue para Ashley, quien fue drogada y violada en un evento para las tropas estadounidenses en Kuwait, un incidente que fue ocultado por la empresa para mantener sus lazos comerciales con las fuerzas armadas.
Rossy Ogawa, el “Steve Jobs” de STARDOM
Todos conocemos la historia de cómo Steve Jobs fundó Apple y luego fue despedido de su propia empresa; algo similar pasó con Rossy Ogawa a principios de este mes, cuando fue separado de la empresa nipona de lucha libre femenil STARDOM por conducta anti empresarial.
Ogawa, desde su posición en la directiva, estaba involucrado en la entrada y salida del talento (en ocasiones con destino a WWE) y evitar colaboraciones con otras promociones como All Elite Wrestling.
Con la salida de Ogawa de STARDOM varias luchadores habría decidido marcharse de la compañía hermana de NJPW (Bushiroad es la dueña de ambas), entre las cuales se podría destacar la británica Giulia, a quien varios rumores la ponen con rumbo a WWE.
Tras el despido de Ogawa, el presidente de AEW, Tony Khan, que no sabe en qué momento debe agarrar su celular; hizo un comentario burlesco por la salida de Ogawa, lo que provocaría que la empresa o sus luchadores no querrán aparecer en AEW.
Scott D’Amore, ¿Cómo despides a tu salvador?
Scott D’Amore es uno de los primeros originales de TNA al ser manager de una agrupación llamada Team Canadá, donde resaltaron luchadores como Robert Roode y Eric Young.
Entre el 2006 y el 2010 era uno de los encargados del bookeo de la programación de TNA, que en su mejor etapa era considerada una rival directa a WWE. Tras un tiempo fuera de la promoción, volvería gracias al acuerdo que Global Force Wrestling tenía con la entonces Impact! Wrestling (fundadas por Jeff Jarrett, y que al final serian parte de Anthem).
Si hay algo que le agradecen no solo los fanáticos de TNA, sino de la lucha libre en general, es que hiciera resurgir a una promotora en los tiempos pandémicos con excelentes luchas que eran muy comentadas y con luchadores que cautivaron la atención del público, lo cual le sería recompensado con la presidencia de la marca el año pasado.
Pero Anthem tomó una decisión que a la mayoría le parece estúpida al despedirlo de su puesto y sustituirlo con Anthony Cicione, debido a los desacuerdos entre Scott y Anthem
La realidad es que el verdadero motivo del despido es el ego de la empresa que rige TNA y que quiere imponer su marca, lo que ha generado el descontento generalizado del roster.