En poco más de dos años se viene el mundial de fútbol. Por primera ocasión tres países pondrán la fiesta del balompié en todo Norteamérica con más equipos, más los becados, porque con los anteriores formatos había quienes no tenían cabida pero, ahora entre más invitados más espacio se necesita.
No habrá un estadio sede que no tenga que hacer cambios en su infraestructura, ninguno se salva y en un punto en el que todos fallaron, según FIFA, es en el pasto. Así que todos los estadios mundialistas deberán cambiar su césped actual, sintético o no, para el verano del 2025.
Cambiar el pasto será benéfico para las sedes que tendrán una mejor superficie de ahí en delante con su debido mantenimiento. Sin embargo, no esperemos que en Estados Unidos o Canadá mantengan esa superficie, ellos volverán a utilizar el sintético por cuestiones climatológicas o porque son sus estadios techados.
Así que la NFL no verá cambios en cuanto a superficie se refiere, sólo serán esos 38 días. Además los estadios de nuestros vecinos tienen la infraestructura para quitar y poner superficies con plataformas móviles que les permite utilizar superficies según la ocasión.
Ya quiero ver si la MLS se queda con el sintético o se mueve al pasto natural después del Mundial lo que les restaría ventaja en partidos internacionales.
Esto del cambio de pasto beneficiará a las tres sedes mexicanas que, salvo el Azteca, batallan para mantener en buena forma lo que actualmente tienen.
La Casa Rayada tendrá un cambio total de su superficie de juego por tercera ocasión, pero ahora será con toda la tecnológica para que prevalezca el siempre verde esperando que el mantenimiento sea el correcto.
Por lo pronto ya se busca el lugar donde se tendrá el vivero para preparar el pasto mundialista en Monterrey.
Este será el único cambio significativo que tenga el estadio rayado para recibir cuatro partidos del mundial. Tres de fase regular y uno más de segunda ronda.
Nuevo León se prepara para ser la mejor sede mundialista con eventos que pondrán, para bien, de cabeza la ciudad. Desde exposiciones futboleras, partidos de leyendas, fan fest, conciertos masivos con el Parque Fundidora como sede de la fiesta y, en el Universitario, los partidos donde las leyendas del balompié tanto femenil como varonil se reunirán para expresar la magia que aún tienen en los botines.