En Rayados de Monterrey hay 2 jugadores de otro nivel, Sergio Canales y Lucas Ocampos, los otros 9 son de nivel regular que en los equipos como Toluca, Tigres, Cruz Azul o América no serían ni titulares. Ni Oliver Torres se salva siendo un fichaje Top para México, pero que todavía no logra desplegar el diferenciador para ser considerado refuerzo de peso, ya que cuando escuchas frases como: “este jugador es solo para conocedores”, oh, “mira cuanto corre”, es porque hay que buscarle 3 pies al gato para no tener que decir que el jugador no ha demostrado nada todavía.
El problema de Rayados pasa porque la directiva dilata las decisiones necesarias, cuando hasta en Timbuktú saben que se requiere delanteros (plural) de mejor nivel, defensas de mejor nivel, entre otras posiciones, los dirigentes terminan renovando a Sebastián Vegas y Esteban Andrada, pero al ver equipos como Cruz Azul, que le apuestas a un técnico como Anselmi, le traen jugadores que requiere para su juego y milagro, sin dilatar meses la decisión, va a romper récord de puntos después de haber llegado a una final.
Rayados no es un super equipo, tiene buen plantel, pero no está ni en el top 4, no digo de sueldos, sino de calidad, que es lo que se requiere para campeonar, para marcar diferencia y dar buen espectáculo. Canales es un deleite verle, Ocampos es un espectáculo, les faltan socios que entiendan mejor su juego y entiendan mejor la magia de los botines que representan al español y el argentino.
Demichelis tiene un reto interesante, campeonar con calidad limitada, lo cual no es excusa, porque la liga MX es pareja en cuanto a los niveles de juego en sus equipos, donde los primeros lugares son parejos, la media tabla es pareja, y los abajeños dan tristeza, pero de manera pareja.
El argentino venido de River ha tenido rotaciones constantes, buscando plasmar un estilo con constante desgaste físico, donde los segundos tiempos marcan un cansancio recurrente que requiere siempre los 5 cambios permitidos, pero que denota que sus jugadores en general no están preparados para un “ritmo” europeo, no digo en calidad de juego, sino en su intensidad.
Canales y Ocampos parecen estar en otra liga, cuando sus compañeros no van al espacio, o no concretan pases obvios, cuando no parecen hablar el mismo idioma futbolístico, se les nota en sus caras, gestos y actitudes, pareciendo que de a poco logran medianamente entenderse, pero aún con una torre de Babel futbolística con su variedad de calidad técnica.
En la jerarquía del balón semestral, ni con Canales u Ocampos Rayados es el primer favorito, adelante en la carrera aparece Cruz Azul de Anselmi, Toluca de Paiva, América de Jardiné y hasta Tigres de Pauno. El balón reconoce a los sabios del juego, a Rayados le hace falta más jugadores del nivel de los citados extranjeros, mientras no haya esa concordancia, mientras persista el desnivel tan marcado, no se vislumbra una nueva copa, aunque las historias a veces nos cuentan algo inesperado, veremos que nos depara la próxima liguilla.
Por ahora, a esperar las combinaciones dentro de una semana para comenzar el juego de las apuestas.
¡Saludos desde el sillón!