La trágica incursión por parte de la Pandilla en su quinta participación en el Mundial de Clubes desilusionó, exhibió y desnudo por completo el nivel futbolístico y estratégico del Monterrey.
Hay palabras que trascienden y se mantienen vigentes a lo largo de la historia. Cuando uno va madurando, creciendo y aprendiendo empieza a entender que el poder de las palabras es tan importante que una vez expresadas no hay marcha atrás, ni remedio alguno para enmendarlas o darles una connotación diferente. Las palabras no se olvidan.
Tras la mala exhibición de los Rayados ante el mundo, ¿por qué?, exclamó “El Vasco” Aguirre. ¿Por qué? La afición amante de estos colores se molesta si lo obtenido ya se ha vivido antes, si el Monterrey no ha logrado trascender mas allá de la ronda semifinalista y catalogar como esperado el resultado general obtenido en la competencia internacional (tampoco dijo mentiras).
Pero “Vasco”, te pagan millonadas por dar mejores resultados que han sido tan cuestionables como tus pensamientos compartidos. La coartada del técnico, sin embargo, se vino abajo después de preguntarle por el fracasototote de Rayados ante el mundo y solo justificar que no debe juzgarse tan enérgicamente, y argumentando que el proyecto sigue pie y se busca campeonar en el torneo local. ¿Le creen?
Aquí es donde al menos yo me pregunto: ¿”Vasco” Aguirre es el técnico que en su época en el Tricolor aspiraba llegar al quinto partido en un Mundial de Futbol?
¡Bah!
El calor de la afición se encuentra en su máxima ebullición por tan disparatadas e inútiles declaraciones, porque no ven al equipo sudar la ultima gota, con el compromiso deseado y el coraje para obtener resultados.
Hay que tener valentía para afrontar los errores y la humildad para trabajarlos.
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