Levantarse silenciosamente en medio de la madrugada cuando la mayoría de las personas aún duermen, enfundarse en la vestimenta de corredor preparada cuidadosamente desde la noche anterior, y finalmente salir a conquistar el asfalto es uno de los rituales diarios para los corredores.
Y es que un corredor de largas distancias generalmente es así, entre obsesivo y algo terco a la hora de correr, no quiere perder ni un solo día ni un solo kilómetro de su plan de entrenamiento, no hay ningún tipo de clima o festividad que se interponga, porque sencillamente no dejará de correr.
Esto a todas luces deja ver el alto grado de disciplina y compromiso que posee un corredor consigo mismo y con este deporte, que en definitiva es necesario para poder practicarlo de manera exitosa.
Estas son algunas de las principales virtudes que se obtienen al ser corredores de maratón, pero conviene tener cuidado de no abusar de ellas o confundirlas.
Hace casi dos años terminando el que sería mi último maratón presencial justo antes de la pandemia en el año 2020, me hice acreedora a una lesión que ha sido más que un dolor de cabeza.
En aquel entonces atribuía a mi disciplina el no poder parar de correr más que un solo día posterior al maratón, porque sentía que no debía hacerlo, me sentía bien, llena de energía entonces ¿por qué debería descansar?.
Y continué corriendo sin descanso, cometiendo abusos en contra de mi misma a la hora de entrenar hasta que, de pronto, luego de muchas advertencias que poco a poco fue lanzando mi cuerpo, llegó esa lesión que me hizo parar por completo y sin opción.
Me tomó tiempo y muchas lágrimas asimilar y aceptar cuáles fueron los errores que cometí para llegar a ese punto tan crítico, me di cuenta que en algún punto del camino confundí la disciplina con mi terquedad y esta me hizo pagar una factura sumamente alta.
Hoy en día pienso diferente, aprendí la lección de la manera más cruel posible para un corredor que verdaderamente ama correr, y es escuchar a mi cuerpo, respetar sus tiempos de recuperación, el aprender a recuperarse, descansar cuando es indicado también es parte de la disciplina que tanto pregonamos los corredores.
Si bien es necesario en el maratonista este tipo de carácter debemos trabajar en dominarlo, para que en algún momento no nos vaya a jugar en contra y termine dejándonos fuera de lo que tanto nos gusta hacer.