Debe ser inquietante para los seguidores de Tigres que su equipo batalle contra escuadras como San Luis o Querétaro.
Si bien ante los potosinos les perdonaron un penal cometido por Gorriarán, ahora les perdonaron otro a los Gallos Blancos, lo cual ayudó a el triunfo de los queretanos.
Romper las quinielas es parte de la fiesta y de la farsa ésta llamada la Liga MX donde los silbantes participan de las maniobras para inclinar resultados para un lado u otro.
En el Clásico Chivas-América le sorrajaron en la jeta una tarjeta amarilla al empezar el juego a Briseño, porque Araujo se abrazó con él y se deja caer en el área, estado el balón parado, previo al cobro de un córner.
Luego postearía un comentario que las jugadas entre el minuto 77 y 81, no las repiten porque había una jugada dudosa en el área americanista, en favor de ellos. Briseño debería estar acostumbrado. La gente también.
El negocio lo manejan unos cuantos, usando de sicarios a los del silbato y los del micrófono. Hay uno que ahora se dedica a promover entrenadores mercenarios y ya está acomodando de nuevo acá a otro, que se fue como las Chachas el año pasado, y ya le dio su gana volver.
En diciembre agarra chamba, dice. Pero volviendo a los felinos de San Nicolás… Debe ser desesperante no tener un jugador que sepa tirar un centro decente.
Un tipo como Láinez que solo sabe bailar y tirar pasecitos para atrás. Un tipo como Antuna, un fiasco eterno, que traen acá como refuerzo porque, aunque no sabe mandar un buen centro, lo traen para que haga la chamba de Láinez que tampoco sabe… y luego los ponen juntos. De risa.
Ya echaron a Quiñones por lo mismo luego de tenerle paciencia varios años. Son lentos para captar el fútbol en Tigres.
Lo ven diferente a otras personas que sí le saben… Y ante San Luis, se vio que los años se le echaron encima a Gignac, pero tiene que jugar porque es el capo. Como que se le hace bolas el engrudo a Paunovic.
Con jugadores que medio juegan y otros que medio lo intentan. Unos por mediocres y otros –como los uruguayos– por arrastrados. Juegan cuando se les hinchan los huevos…