Después de un “loco” segundo tiempo, lo que parecía una hazaña épica terminó en la típica eliminatoria estilo Miguel Herrera.
Se habla mucho sobre el buen ambiente, los goles en temporada regular, el tipo de juego espectacular y como la afición se identificó con su equipo en gran parte de la temporada; todo esto producto del extrovertido y publicitado entrenador traído como un paso hacia adelante en el proyecto post- “Tuca” Ferretti.
Tomar un equipo armado con estrellas, egos y, sobre todo, un estilo de juego definido parece un reto a la altura de un buen entrenador como Miguel, con experiencia en el América y la Selección Nacional.
No debería tomar tanto tiempo en reflejarse en las vitrinas felinas un campeonato más que añadiría a la colección una posibilidad mayor de obtener la tan deseada y auto publicitada búsqueda de grandeza para una escuadra que ha llevado a la par la inversión en el campo como en mercadotecnia.
Solo hay una pieza que no parece encajar del todo en este esquema, en este plan maestro de reconstrucción después de la tumultuosa salida de la santa trinidad felina: Miguel Garza, Alejandro Rodríguez y Ricardo Ferretti; es precisamente Miguel Herrera quien parece no tener lo necesario para seguir añadiendo logros a la escuadra de San Nicolás.
La historia de tan peculiar entrenador, tan explosiva como su carácter, está mas caracterizada por derrotas épicas que por logros contundentes que catapulten a los equipos dirigidos a otro nivel. No pretendo demeritar sus logros, siendo tan complicado ser campeón en esta liga tan “sui generis”, los 2 campeonatos de Miguel parecen mas la excepción que la regla en su carrera.
Este fin de semana su equipo quedó fuera en liguilla, por segundo torneo consecutivo, con una falta de liderazgo en momentos definitorios y un error por demás notorio que merece a lo menos un regaño especial.
Es necesaria una comparación con quien salió de manera convulsa de un lugar al que parecía pertenecer de manera vitalicia. Ricardo Ferretti no se caracterizó por ser el más espectacular
para muchos, pero si efectivo en momentos de gran tensión donde logró varios campeonatos con una institución acostumbrada al fracaso recurrente. De los triunfos épicos a las derrotas honrosas, este Tigres ha dado en 1 año un paso hacia atrás en sus aspiraciones de seguir avanzando en el camino a una grandeza que pocos pueden presumir.
Mientras tanto, a divertirnos durante la temporada regular, y a preparar el tono cardiaco porque en liguilla habrá mas sufrimiento que gozo, mientras Herrera sea el técnico, no hay mucho mas por analizar, la historia esta dicha y Miguel parece ser un personaje empeñado en revivirla una y otra vez.
¡Saludos DESDE EL SILLÓN!