No termino por intuir los niveles que miden y se muestran por parte de un equipo profesional. En específico del fútbol.
Con la Pandilla del Monterrey cada vez tenemos mas ajustados los diferentes matices que expone jornada a jornada. En el mes de septiembre fue luz y en octubre vive su Halloween; mostrando un rendimiento espantoso, terrorífico y sin huellas de lo poco efectivo que fue el mes anterior. (sí efectivo, pero no vistoso)
¿Por qué el cambio tan radical en este Monterrey?, me pregunto.
Podría enumerar con los dedos de una sola mano los partidos que el equipo albiazul logró aventajar de manera efectiva y productiva mostrando mejor actitud.
¿Hasta cuándo veremos a este equipo siendo tan inestable en la Liga? ¿Será gloria o daño? ¿Ganar la final de la Conca y de perderla sería crisis o fracaso?
Han pasado tres, tres técnicos que han destellado con este club: Diego Alonso con la Conca “que más brilla”; Mohamed como bombero obteniendo tercer lugar en el Mundial de clubes y cerrando el año con el campeonato frente al América en el 2019.
¿Y “Vasco” Aguirre qué logrará? Otra aspirina para el club y su sedienta afición, o la dosis necesaria para reactivar a estos jugadores y perfilarse con mejores horizontes al cierre de campeonato local.
Este equipo ha invertido en grande para hacerlo grande, pero se la pasan con rendimiento de equipo chico y resulta tremendamente irritante por qué a menudo son un camuflaje los buenos resultados.
Las buenas actitudes y episodios de destellos es la situación donde me lleva a confundirme. No creo que estemos siendo exagerados al juzgar los últimos resultados negativos de este va$to plantel.