Las broncas en los estadios, las tribunas y las canchas han existido desde siempre, incluso han quemado hasta estadios completos.
El parque Asturias fue quemado el 26 de marzo de 1939; jugaban el Asturias y el Necaxa por el primer lugar que los llevaría a consagrarse campeones de la temporada 1939. El árbitro en ese partido fue Fernando Marcos.
La hinchada rayada quemó butacas del recién remodelado estadio Cuauhtémoc de Puebla; en los clásicos Regiomontanos eran más las broncas entre los jugadores que entre los aficionados.
También están aquellas batallas campales entre jugadores de las Chivas Rayadas del Guadalajara y las Águilas del América, León contra Curtidores, Tampico Madero contra Monterrey, Atlas contra Chivas, entre otras.
1985 TRAGEDIA POR EL NO DESCENSO
En aquella época se jugaba la liguilla por el no descenso, Necaxa se llevaba un triunfo por la mínima en el “Coruco” Díaz, estadio del Zacatepec, cuando el defensa morelense Fortino Rojas Soroa le hizo una fuerte entrada a Francisco Macedo, lo que desembocó en una campal dentro del terreno. Hecho que se transportó a las tribunas donde se registró una pelea monumental, en la que se comenzó a destruir el estadio.
A la postre, los dueños de los equipos prohibieron rotundamente que el Zacatepec regresara a la Primera División de por vida, eso si fue un castigo severo, la afición morelense pagó con creces ese vandalismo.
Mi punto de vista es que en mi Mexico lindo y querido desde siempre existe esa violencia en el fútbol profesional, pero ahora que cada aficionado trae una cámara de video en la mano se evidenció la real brutalidad de nuestros genes.
Si, la violencia existe en nuestra genética, es lamentable, el gobierno y los dueños de los clubes deberían preocuparse por corregir desde la raíz el problema de violencia.
¿Y como se lograría?
Con programas de cultura y civismo impartidos en conjunto, instruir a los jóvenes que la violencia no debe existir más en nuestra genética, pero como eso implica dinero, prefieren hacer monumentos y estatuas donde poner su nombre.
Regalar tiempo e inversión en reconstruir las buenas costumbres y civilización les crea conflictos de intereses y prefieren usar el dinero en apoyar económicamente barras bravas.
Por cierto, no desearon desafilar al Querétaro porque golpearían el bolsillo de los Hank y eso es muy peligroso, así que buscaron otras soluciones alternas, menos la de perjudicar a alguien con tanto poder económico y poder federativo.
Yo sé que los dueños son inteligentes, se que entienden y saben las soluciones para atacar el problema de raíz, pero la verdad a ellos lo que menos les importa es a quien le salió un chipote con sangre.
DI NO A LA VIOLENCIA
Este próximo campeonato número 8 de Tigres será dedicado al gran “jefe” Tomas Boy Espinoza, quien portaba el número 8 y es el mejor medio campista mexicano de todos los tiempos.
Desde lo más profundo de mi corazón le mando un sentido pésame a toda la familia futbolística por el fallecimiento de nuestro gran ídolo de Tigres, que equipazo está armando don Carlos Miloc allá en el cielo, que en paz descansen.
Reciban un cordial saludo desde las hermosas aguas turquesas del caribe mexicano.
Viva La Paz hermanos.