¿Se han preguntado ustedes por qué Tomas Boy no ha sido ni será jamás director técnico de Tigres? Yo tengo una teoría y me baso en mis recuerdos.
Todos sabemos la gran trayectoria hizo como jugador el gran “Jefe” Boy. Eso está de mas escribirlo. Pero vamos al final de su carrera cuando su compadre Osvaldo Batocletti (me pongo de pie), otra leyenda de nuestros Tigres ya en el banquillo como técnico interino, era ayudado por el aún jugador Tomas Boy.
Bueno, pues ya en su retiro le hicieron homenajes incluyendo un juego Tigres contra la selección mexicana , etcétera, y todo bien hasta ahí.
La rectoría de la UANL en ese 1988 tomó a bien la decisión de también retirar el número 8 de la alineación, al igual que el 7 de “Patrulla” Barbadillo.
Entonces ¿cómo se explican que el número 8 sigue en la alineación de Tigres?
Les diré: Tomás Boy se fue a jugar al San José en California y como técnico no le fue muy bien. Regreso a Monterrey y en aquellos torneos largos que comenzaban en agosto y terminaban en mayo, pues resulta que los Rayados del Monterrey lo registran como jugador. ¡Andale!
Le dieron la oportunidad de estar entrenando para ponerse en forma y salir a la cancha,pero lamentablemente jamás se puso a tono en condición física.
La rectoría al enterarse de que los Rayados lo registraron como jugador de inmediato sacan del retiro el número 8 y se lo dan a Mario Hernández, aquel chaparrito que corría mucho pero de futbol no aportaba casi nada.
Mi hipótesis es: a La rectoría le caló tan hondo esa traición que no solo el número regresó a la alineación de Tigres, sino que hay órdenes que Boy jamás sea parte de la estructura de la UANL por el resto de su vida.
Gracias por la gentileza de su atención y reciban un saludo cordial desde Cancún, Quintana Roo.
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