“El Niño de las Monjas”, es una película española en la actúan Ángel Garasa (el padrecito compañero de Cantinflas), Enrique Vera, Paquito Cano y la actriz Rosita Arenas, que fue filmada en 1959 y que cuenta la historia de un niño que fue abandonado al nacer en un convento de monjas y que cuándo crece se convertirá en torero cumpliendo así su sueño superando todos los obstáculos que la vida misma le pone en su camino.
Pues aunque usted no lo crea el argumento de aquella vieja película parece repetirse ahora en la vida real; Jordi Pérez es en pleno siglo XXI el nuevo “Niño de las Monjas” el muy novel novillero español que llegó a los 11 años al Hogar de los Desamparados de Valencia, ha estado tejiendo una historia conmovedora que ha enternecido al público español y que en su “primera gala” en la actual Feria de Fallas de Valencia alcanzó su primera “Puerta Grande” saliendo a hombros ante la algarabía y beneplácito de sus paisanos que se dieron cita en gran medida en el coso de la avenida Xativa de Valencia.
Jordi Pérez el nuevo “Niño de las Monjas” se presentó en su plaza ataviado con un terno viejo, remendado y gastado color salmón que apenas de manera tenue brillaba en sus bordados dorados. El moderno “Niño de las Monjas” gracias a su pundonor y total decisión y haciéndoles faenas de entrega e impacto a sus dos novillos de la ganadería de El Pilar pudo cortarles una oreja a cada uno alcanzando su primer gran triunfo y que gracias a la transmisión por televisión en vivo ha tenido importantes repercusiones en todo el mundo taurino.
Con el triunfo de Jordi Pérez, estamos siendo testigos de que la realidad superará quizá a la ficción, al ver el nacimiento de un torero que si Dios quiere y lo respetan los toros, puede llegar a grandes alturas y no solo por su toreo en si mismo, sino como el personaje taurino que atraerá a públicos propios y extraños, por su actuación en los ruedos y por su singular historia de vida.
El novillero Jordi Pérez criado junto con su hermano por las monjas del Hogar de San José de las Montañas quienes le transmitieron su afición por la Fiesta Brava, que le enseñaron el abc del toreo, que le confección sus humildes trajes de torear y que lo acompañan por todas las plazas de toros en las que se presenta, se han convertido en un atractivo adicional de este joven que puede convertirse en un imán de taquilla para muchas plazas de toros.
Nos tocó ver por televisión la novillada transmitida en directo desde Valencia España y fuimos testigos de una historia que parece literalmente sacada del cine y que puede convertirse en un milagro a favor de nuestra alicaída Fiesta y que como en el cine unas muy “taurinas monjas” que con su educación, formación en valores y su afición a los toros, hayan descubierto a un torero que reivindique la fiesta misma y que vuelva a llenar las plazas de toros.
No sabemos hasta donde llegará la tauromaquia del “Niño de las Monjas” y si alcanzará un lugar importante en la Fiesta, por lo pronto vivamos esta historia muy similar que da vida a un personaje que fue visto por los cinéfilos españoles hace exactamente 63 años.