El resultado del partido entre los Rayados y el Comunicaciones de Guatemala te muestra de cuerpo entero el nivel del torneo.
El cuadro chapín es un equipo modesto y Monterrey está en otro nivel, aun compitiendo con los de su liga. Está bien. Esos partidos tienen que jugarlos porque así se los impone la Concachafa, pero deben tener mucho cuidado.
Uno solo de los jugadores albiazules podría costar en el mercado lo que todo el plantel centroamericano junto, y esto no lo decimos en un tono peyorativo, sino objetivamente, porque hubo por lo menos dos entradas muy fuertes que pudieron ser de consecuencias y afortunadamente no hubo consecuencias.
Rayados le puso un toque al cuadro local y en realidad llegó a haber situaciones ante el arco de Andrada que pudieron darle otro rostro al encuentro y al marcador.
Sin embargo, la incapacidad de los atacantes del Comunicaciones impidió capitalizar los flagrantes errores cometidos por la defensa albiazul que, de pronto, daba la impresión que les entregaban el balón nada más para divertirse quitándoselos de nuevo.
El marcador diría que arrollaron al rival y que le pasaron por encima y no fue tanto así. Sí superior, pero la diferencia fue en general el empaque del equipo pentacampeón de la zona y el modesto conjunto chapín, cuyos delanteros no pudieron poner en la red las pocas que tuvieron.
El regreso de Gallardo fue notorio. Un muchacho que anduvo echando hueva los dos últimos años, cascareando, tirando barra, anoche se volvió a conectar, jugando primero como lateral y tras del debut de Arteaga, de volante y extremo.
Se vio como en sus inicios en Pumas, ayudado un poco por la deficiente marca, luego de que la vio cerca hace poco y tras la llegada de Arteaga que al fin le hizo sentir presión en serio. Algo parecido les sucede a Govea y a Romo que han elevado su proyección.
Aguirre volvió a anotar lo cual es bueno para él y el equipo. Rodríguez, Romo, Andrada contagiados por el nivel del rival en la cáscara, bajaron el nivel de atención y perdieron la precisión en su trabajo, pero solo por momentos.
En general, el resto bastante bien y muy buen resultado en una noche relativamente tranquila.